Ángel
Fiona escuchaba atentamente cada palabra que decías con emoción, pues en secreto era una gran fan de como se veían juntos.
—¡Estoy muy feliz por ti! –sus manos se colocaron sobre tus hombros y te sacudió como si fueses una maraca mientras reías.
—¿Crees que debería decirle? –preguntaste, refiriéndote a hablarle sobre tus sentimientos.
—Es tu decisión, _____. Claro si no es que ya se dió cuenta, era notorio. –una amplia sonrisa se formó en su rostro, te abrazó.
—Perdón por haber ido por Norton y no por ti –te disculpaste, se separó del abrazo mientras negaba con la cabeza.
—Está bien, lo comprendo. Tenía prioridad al ser su segunda vez en la silla –sonriste, una de las cosas que te gustaba de Fiona era que no se molestaba por perder o porque no la rescataran, como era el caso de Emily.
—Eres la mejor –ella revolvió tu cabello de manera cariñosa y besó tu frente.
—Ahora si me disculpas, iré a hablar con Emily –a pesar de que intentaste detenerla, salió de la habitación con los puños apretados en dirección a la de Emily.
Suspiraste y te levantaste de su cama, regresaste a tu habitación y te tumbaste en la tuya. Cerraste los ojos y por un momento imaginaste como sería tener una vida normal al lado de Wu Chang, ¿algún día podrías tener eso?, abrazaste la almohada y dejaste que tus sueños fluyeran quedando profundamente dormida.
Al día siguiente te encontrabas a las ocho de la mañana en el comedor, eras la que despertaba más temprano, algunas veces Norton llegaba pasadas las once al comedor para desayunar. Te serviste un plato con un par de panqueques y colocaste la miel sobre ellos, te recordaban a tu mamá.
Hace mucho no recibías una carta de ella, quien creía que estabas trabajando en la ciudad; trabajabas por tu cuenta como investigador privado. Tal vez debías escribirle una, pues en la última que habías mandado "discutias" con ella por no hacerte caso cuando le dijiste que no querías visitas, ella insistía en visitarte en víspera de Navidad que se encontraba a solo unos días.
—Buen día –Wu Chang reventó tu burbuja regresándote a la realidad, alzaste la mirada y sonreiste.
—Buen día –respondiste de igual forma mientras se sentaba frente a ti y comenzaba a desayunar.
Lo observaste atentamente y cada uno de sus movimientos, su largo y sedoso cabello se encontraba amarrado en una coleta, hasta ese momento no te habías dado cuenta de lo bien cuidado que estaba, por supuesto nada le ganaba al cabello de Joseph que parecía una nube esponjosa. Sacudiste un poco la cabeza continuando con tu análisis, sus orbes dorados eran cubiertos por unas largas y rizadas pestañas, definitivamente más bonitas que las tuyas.
—¿Seguirás mirándome de esa forma o comenzarás a desayunar? –rápidamente apartaste la mirada hacia tu plato, no sabías cuánto tiempo lo habías estado analizando pero si algo era seguro es que seguro habían sido varios minutos.
—Oh lo siento y-yo, es que tienes pestañas bonitas –asentiste, el sonrió un poco. Por supuesto que se había dado cuenta de como lo mirabas.
—No menosprecies las tuyas, también son lindas –reíste mientras colocabas un mechón de tu pelo tras tu oreja.
—Buenos días tórtolos –al comedor entró Jack seguido de Joseph.
—Buenos días –respondiste con simpleza, no te molestaba que los llamaran así en realidad.
Intercambiaron miradas, le restaron importancia mientras se sentaban y comenzaban a hablar entre ellos. Al poco tiempo llegaron tus amigos y como era costumbre, Fiona se sentó a tu izquierda y Eli a tu derecha, Naib se sentó al lado de Eli.
—¿Cómo te sientes, pequeña? –el amante de los búhos besó tu cabeza con cariño, supiste que se refería al golpe.
—Bien, al menos ya puedo ver mejor –reíste, Fiona miró de cerca.
—Aún está morado, después del desayuno te daré una pastilla para desinflamarlo y te pondré pomada –Fiona te conocía tan bien que sabía que te negarías al instante –Y no te estoy preguntando.
Naib soltó una pequeña risa y Eli negó divertido con la cabeza, a veces Fiona te llegaba a tratar como tu mamá.
—Entonces, ¿cuáles son los equipos de hoy? –preguntó Fiona a Lucky, quién abrió una carta.
Lucky había sido designado como el "mensajero", pasaba sus quejas al anfitrión y les daba mensajes de el, sin embargo, nadie sabía quién era.
—Bueno Emily está sancionada así que tomará el lugar de ____ en las partidas de hoy –los castigos en la mansión eran diferentes.
Dejarte no jugar era prácticamente un premio, así que si hacías algo que no estuviera dentro de las normas que les habían explicado al llegar al lugar, jugabas más partidas sin ninguna recompensa.
—Genial –murmuraste con un ligero toque de sarcasmo, si bien te gustaba la idea solías aburrirte al ser la única sin ningunas partidas.
—Podrías relajarte y descansar, lo mereces después de la última partida de ayer –te animó Eli.
—Tal vez –cortaste un pedazo del panqueque y lo comiste pensando en que podías hacer para no aburrirte.
Quizá podrías revisar los casos que te habían llegado aunque claro está no podías aceptar ninguno, estaba prohibido salir de la propiedad.
Después del desayuno y desearle suerte a todos miraste las muchas cartas en tu escritorio sobre personas que pedían tu ayuda, algunas solían aburrirte y otras resultaban interesantes, entre ellas encontraste una de tu mamá que no habías visto hasta ahora.
La abriste esperando lo peor, al leerla tus nervios se calmaron pero no del todo, pues en ella decía que había comprado un boleto para visitarte; llegaría en un día.
Así que:
—Dejar que tu mamá vaya a la mansión y se entere de todo.
—Escapar del lugar e ir por ella para evitar que vaya al lugar.
Piensen bien cuál de las dos quieren elegir, quiero decir, imaginen las consecuencias de cada uno de los actos. 😔✌🏿
ESTÁS LEYENDO
Chérie - identity v | o.s
Fanfic- ̗̀🥀┊Con este libro de one-shots, les traigo capítulos con sus personajes favoritos. - ̗̀🥀┊Actualizaciones lentas. - ̗̀🥀┊Se recomienda leer el libro con el fondo negro para poder apreciar mejor los separadores, disfruten la...