Eres un gato.
Advertencia: contenido homosexual, si no te gusta salta este capítulo que les cago a palos sí comienzan con comentarios fuera de lugar.El joven de cabellos negros caminaba por el único sendero mirando a su alrededor mientras suspiraba, nunca se acostumbraría a las rarezas y peculiaridades de su ahora nuevo hogar. Caminó sumergido en sus pensamientos, ni siquiera notó el momento en que un felino lo acechaba desde uno de los árboles, hasta que escuchó que le llamaba.
—_____ –el joven se quedó helado al escuchar su nombre y no observar a nadie en el lugar, ¿había sido su imaginación? sacudió la cabeza restando importancia al asunto y continuó caminando –¿Sabías que ignorar a las personas es de mala educación?
_____ dió unos pasos hacia atrás por su repentina aparición y cayó al suelo de espaldas, Naib se echó a reír mientras bajaba del árbol. Extendió su mano hacia el menor con una sonrisa en su rostro, este dudando la tomó.
—No quería asustarte...bueno, en realidad sí –se sinceró, no había razón para mentirle.
—Uh... –____ se había quedado sin habla, rascó su nuca mientras miraba hacia otro lado avergonzado –Supongo que está bien.
Los zafiros de Naib analizaron a _____ sin filtro alguno, el rostro del pelinegro ardió un poco, solía ser tímido con las personas, especialmente con los desconocidos.
—Me llamo Naib –cortó el silencio que había comenzado a abrumarlo.
—_____, aunque creo que eso ya lo sabías –asintió, era cierto que le había llamado por su nombre antes de asustarlo.
—Bueno, no hay persona que no sepa tu nombre. Después de todo eres el elegido, ¿no? –su cola se movía con cautela de un lado al otro con lentitud y sus orejas se encontraban paradas; estaba alerta.
—Eres un gato –preguntó/afirmó el pelinegro, el de orbes azules sonrió ampliamente.
—Vaya, que observador –comentó con notorio sarcasmo, _____ se sintió avergonzado una vez más, no había notado hasta ese momento las notorias cosas que lo hacían un felino.
—Nunca había visto uno –murmuró, en el tiempo que llevaba en aquel lugar no había tenido la fortuna de encontrarse con una persona con esas características.
—Soy único en mi especie –afirmó mientras sonría mostrando sus dientes.
_____ sintió curiosidad sobre tocar sus orejas o su cola, parecían tan suaves y afelpadas como un pedazo de las nubes, el felino alzó una ceja al sentirse demasiado observado e involuntariamente un color rosado se apoderó de sus mejillas, rascó su nuca y miró hacia otro lado intentando ocultarlo
—¿Puedo tocar? –preguntó, mientras señalaba sus orejas, Naib asintió lentamente con confusión; nunca le habían pedido tal cosa.
Se sentó en el suelo e invitó al pelinegro a tomar asiento junto a el, una vez estuvo sentado su mano se dirigió con timidez y emoción hacia la cabeza de Naib, quién lo miraba como si ocurriera en cámara lenta, decidió burlarse un poco.
—¡Oh vamos! ¡No voy a morderte! –se acercó peligrosamente al rostro de _____, provocando que su rostro estuviera igual que una cereza –A no ser que me lo pidas –el menor apartó su rostro de un empujón con su mano.
—¡N-no te acerques tanto! –Naib se echó a reír satisfecho, luego dirigió su mirada hacia el y sonrió levemente.
—Puedes hacerlo, esta vez no haré nada –alzó las manos en señal de paz, nuevamente su mano se dirigió hacia su cabeza.
Esta vez con más confianza que la vez pasada, tocó sus peludas orejas y sonrió maravillado, luego acarició su cabeza con delicadeza y suavidad; recibiendo como respuesta un ronroneo.
Esta vez fue el quién comenzó a reír, el rostro de Naib se encontraba del mismo color que el suyo segundos antes.
—¿Puedo tocar tu...? –no sabía cómo preguntar sin que la situación se mal pensara, señaló su cola, la cuál se movía un poco hacia los lados.
—¿Mi qué? –preguntó, estaba claro que sabía de qué hablaba pero quería seguir molestándolo.
—¡Oh vamos! ¿Me harás decirlo? es demasiado vergonzoso –se quejó mientras sus mejillas pasaban por todos los colores en la escala del rojo.
—No sé de qué hablas, ¿podrías ser más claro? –lo picó, miró hacia otro lado con el rostro ardiendo y se aclaró la garganta.
—Tu colita de gato, se ve muy suave –dijo finalmente, una vez más Naib se burló de la situación.
—¡Deberías ver tu rostro! ¡Podría jurar que es del mismo color que el cabello de la reina roja! –dijo entre risas, mientras se tiraba por completo al pasto y llevaba sus manos a su estómago.
—Adelante, búrlate lo que quieras –se cruzó de brazos, era la primera vez que pasaba tiempo con el y ya comenzaba a fastidiarle que tomara cualquier oportunidad que se le cuzara para mofarse de el.
—De acuerdo –se sentó quitando las lágrimas que habían salido de sus ojos por reírse tanto y le ofreció su colita –Puedes tocarla –asintió.
_____ apreció su esfuerzo por no estallar en risas ante su comentario, vaya que le gustaba decir cosas en doble sentido. Sacudió su cabeza intentando pensar en otra cosa y acarició su pelaje.
—Es increíble –dijo para si mismo, anotaría luego en su libreta sobre la especie que acababa de conocer ese día.
—Soy increíble –afirmó, ____ atinó a poner los ojos en blanco y golpear su cabeza provocando que cayera de espaldas.
—También un imbécil –ambos sonrieron, sin saber que ese sería el comienzo de algo nuevo.
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Chérie - identity v | o.s
Fanfiction- ̗̀🥀┊Con este libro de one-shots, les traigo capítulos con sus personajes favoritos. - ̗̀🥀┊Actualizaciones lentas. - ̗̀🥀┊Se recomienda leer el libro con el fondo negro para poder apreciar mejor los separadores, disfruten la...