Ángel
Caminabas de un lado a otro estresada, a punto de tomar una decisión muy importante; sabías que si tú madre venía no podría volver a irse sabiendo lo que hacías en ese lugar, en cambio si te escapabas para ir por ella y evitar eso, serías castigada.
¿La mujer que te crío y te ama o tú? después de preguntarte eso mucho tiempo supiste que no había nada que pensar, definitivamente siempre sería tu mamá.
Fuiste a su habitación, te irías dos días, no había nada de malo en ello, pues volverías. Tocaste con desesperación la puerta de su habitación y escuchaste cómo se levantaba suspirando, sus partidas comenzarían más tarde por lo que estaba descansando.
—¡Soy yo, ____! –la puerta se abrió casi después de eso, por su rostro asumiste que se encontraba durmiendo.
—¿Qué ocurre? –preguntó mientras tallaba sus ojos, tal vez no había sido buena idea despertarlo.
—Uh, me voy –su rostro cambió en cuestión de segundos de un rostro cansado a uno sorprendido.
—¿Qué? –no sabía si era una especie de broma, aunque tú no eras del tipo que las hacía.
Miraste hacia los lados y lo empujaste dentro de su habitación cerrando la puerta detrás de ti, lo obligaste a sentarse en la cama y su rostró ardió.
—Mi madre quiere venir a la mansión y no puedo permitirlo, así que debo ir por ella al aeropuerto y pasar al menos dos días con ella –tus manos se colocaron en sus hombros.
—Mañana es el evento de Navidad, se darán cuenta muy rápido de que no estás –lo miraste y supo de inmediato lo que le pedirías —No puedo hacer eso _____.
Frunciste el entrecejo y una mueca se formó en tu rostro, podías intentar convencerlo.
—¿Por qué no? ayúdame a salir de aquí –le suplicaste, miró hacia el suelo y suspiró.
—Lo hago porque me lo pides, no porque quiera –se levantó, sabía que serías castigada y era lo que no quería, pero también quería hacerte feliz.
Asentiste y lo tomaste de la mano para llevarlo al patio trasero, los cazadores eran los únicos que sabían donde se encontraba la salida, más no podían salir a no ser que pidieran permiso. Los cazadores tenían muchos más privilegios, pues eran pocos. Detrás de la maleza se encontraba una puerta de madera cubierta por algunos hongos debido a la humedad, cuando la abriste colocó su mano sobre tu hombro.
—Piensa bien si es lo que quieres, ____ –sonreíste, no sabías lo mucho que se preocupaba por ti.
—Estaré bien, volveré pasado mañana por la noche, te veo aquí –besaste fugazmente su mejilla y cruzaste la puerta cerrando tras de ti, Wu Chang volvió a acomodar la maleza mientras se preguntaba si había hecho lo correcto.
(...)
—¡Aquí mamá! –había pasado un día desde que habías escapado de la mansión, en el cuál te habías dedicado a buscar un hotel cerca pero a la vez no tanto de la mansión.
Tu madre corrió hacia ti y te envolvió en sus brazos con cariño, sus manos se colocaron en tu rostro y su sonrisa se borró.
—¿Qué te hicieron, cariño? –colocaste tus manos sobre las suyas y sonreíste.
—Cosas del oficio –hizo una mueca sin estar convencida y volvió a abrazarte.
—Te extrañé mucho pequeña, la casa está muy vacía sin ti. El señor bigotes te extraña –reíste un poco, era como tú gato se llamaba.
—¿Dónde está? –preguntaste, tu madre entrelazó su brazo con el tuyo mientras comenzaban a caminar.
—Tu tía lo está cuidando, sus hijos si la van a visitar –la miraste reprochando con la mirada.
—No debiste gastar el dinero en un boleto de avión mamá –la verdadera razón por la que te encontrabas participando en aquel juego era porque querías ayudar a tu mamá de forma económica.
—Tonterías ____, eres mi hija y es víspera de Navidad, tu padre siempre quiso visitar este lugar –asentiste, tenía razón.
—¿Vives en un departamento? –preguntó pues llevabas ya un año en el juego, buscaste una mentira que sonara creíble.
—Oh sí, pero en esta época suele haber mucha humedad así que las tuberías se llenaron de hongos y estoy viviendo en un hotel mientras lo solucionan –tu madre asintió bastante convencida, te había creído por completo.
—¿No tienes novio? –preguntó de repente, sonreiste como adolescente enamorada —Parece que sí, quiero nietos.
—¡Mamá! –golpeaste levemente su hombro mientras ella reía.
—A ver cuéntame, ¿quién es el afortunado? –mordiste tu labio sin saber por dónde empezar.
—Trabaja en el mismo lugar que yo, es mucho más alto que yo, no es tan difícil serlo –te burlaste de tu estatura, eras bastante baja.
Comenzaste a contarle a tu mamá sobre el, por supuesto teniendo cuidado con lo que decías, no podías cometer ningún error o se daría cuenta de que ya no trabajabas como detective privado y eras participante en un juego que seguramente era ilegal.
—¿Lo voy a conocer? –entraron a un café, pues comenzaba a hacer frío.
—No lo creo, viajó a China para visitar a su familia –inventaste rápidamente cualquier excusa –Además, todavía no somos novios mamá.
Dió unas palmadas en tu espalda mientras sonreía y pagaba por los cafés que había pedido mientras le hablabas sobre el.
—Ánimo hija, parece buen tipo –tu madre era simplemente increíble en algunos aspectos, te agradaba poder hablarle sobre tus sentimientos.
—En realidad lo es –salieron de la cafetería y caminaron hacia el hotel, tu mamá suspiró.
—Quiero conocer el lugar donde mi bebé trabaja –aquello te preocupó, no se te ocurría ninguna excusa creíble.
—¿Por qué? hay muchos lugares turísticos que podemos visitar mamá –ella asintió.
—Y también puedo saber donde trabajas para hacerte visitas sorpresas –se rió mientras golpeaba suavemente tu hombro tal cómo habías hecho antes, reíste para que no sospechara, estabas en aprietos.
Ustedes podrán crear su propia decisión y si coinciden con alguien más, solo pongan algo en el comentario. En caso de que nadie quiera participar, pues bueno lo haré yo, ahr. 😔✌🏿
Dejen sus soluciones aquí. ;)
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Chérie - identity v | o.s
Fiksi Penggemar- ̗̀🥀┊Con este libro de one-shots, les traigo capítulos con sus personajes favoritos. - ̗̀🥀┊Actualizaciones lentas. - ̗̀🥀┊Se recomienda leer el libro con el fondo negro para poder apreciar mejor los separadores, disfruten la...