Chérie - identity v | o.s

Eli Clark

Tua Cantante V (Penúltimo capítulo)
Advertencia; contenido homosexual, mención de sangre y escenas fuertes.

Algo que siempre había odiado en todo este tiempo que había vivido era mi mala suerte al momento de encontrar el amor, mis enemigos se encargaban de acabar con cada uno de ellos, me atormentaba el hecho de pensar que un día podía despertar y mi humano no estaría más ahí.

Tenía miedo de descuidarme durante un momento que tuviera como costo su vida, es por ello que permanecía toda la noche cuidando la mansión; no iba a permitir que alguien le hiciera daño. Una de esas tantas noches, Eli me atrapó vigilando la ventana de la habitación que ahora compartíamos.

—¿Estás despierto? –sonreí de lado, era una pregunta estúpida pero no le dije nada al respecto, después de todo se encontraba adormilado.

—Desde hace años –bromeé un poco, talló su rostro y se estiró.

—¿Y? ¿Qué es más interesante que dormir? –preguntó sin ninguna intención de levantarse de la cama, me dirigí hacia el.

—Nada...solo observo –mentí, no quería que entrase en pánico. Era suficiente conmigo cuidándolo cada minuto del día.

—Oh... –sus ojos comenzaron a cerrarse y reí un poco, me acerqué dejando mi puesto.

—Tienes sueño –besé su cabeza y lo volví a acomodar entre los edredones como a un pequeño niño, no hizo ninguna queja.

—¿Dormirás conmigo o seguirás admirando la "nada"? –preguntó con evidente sarcasmo, después de suspirar terminé por tumbarme a su lado.

—Me quedaré hasta que te quedes dormido –declaré mientras comenzaba a acariciar su cabello castaño, tan sedoso.

—Está bien para mí –con el paso del tiempo terminó por quedarse dormido.

Cuánto amaba momentos así, en los que lo único que podía sentir era paz y amor. Estar con Eli era lo mejor que me había ocurrido en siglos, sentía que todavía quedaba algo de humanidad dentro de mi, que todavía podía tener salvación.

—Prometo que siempre estaré para ti, sin importar que –no me importaba tener que dar mi vida a cambio de su seguridad.

A lo largo de mil años había hecho muchos enemigos, a la gran mayoría los había persuadido para que se convirtieran en aliados ofreciéndoles el regalo de la inmortalidad.

¿Le gustaría a Eli ser alguien como yo? un monstruo que no tenía salvación y estaba condenado a vivir la eternidad entre las sombras alimentándose de personas. Lo que menos me gustaba de todo esto es que en las guerras siempre había uno o varios inocentes que morían, no quería el mismo destino para la persona que amaba y tampoco quería alejarme de él.