Chérie - identity v | o.s

Norton Campbell

Debilidad.

Eras nueva en la mansión, una cazadora para ser específicos. ¿Tu habilidad? simple, podías lanzar unos ojos que cegaban a los supervivientes, crear esferas que también les impedían la vista y finalmente lanzabas esferas que se convertían en una especie de cosa cristaliza que los hacía más lentos si la pisaban. Eras tímida cuando habías llegado pero pronto comenzaste a hacer amistades, no veías los juegos como competencia, más bien como algo divertido para pasar el tiempo, pues al finalizar cada partida te disculpabas con tus amigos y te asegurabas de que estuvieran en buen estado. Ayudabas mucho cuando partidas de dos cazadores se trataba y Wu Chang siempre te elegía para ser su compañera, hacían un buen equipo y la mayoría de las veces lograban eliminar a todos. Tenías una debilidad, Norton Campbell, uno de los supervivientes que siempre te costaba trabajo poner en la silla, no porque te lo hiciera difícil, más bien no querías lastimarlo. Estabas enamorada de él.

A el parecía no molestarle, es más, lo utilizaba a su favor siempre que podía, en las partidas de diez era el quien iba a salvar a sus compañeros o se ponía de escudo, sabía que no serías capaz de golpearlo por lo que Wu Chang o tú compañero en la partida era quién se ocupaba de ponerlo en una silla. Creías que Norton no sabía sobre tus sentimientos por el o no se daba cuenta, pero lo había notado en cuanto vió que no lo atacabas o siempre era el primero al que le pedías disculpas una vez terminada la partida.

—Me gustaría que pudieras estar en las partidas de diez. –le decías al fotógrafo mientras le ayudabas con una pintura que había decidido hacer, pues antes de esto trabajabas como pintora, las personas amaban tus cuadros.

—A mi también me gustaría, pero ni siquiera se porque no me está permitido. –se encogió en hombros y sonreiste, era como el hermano que nunca tuviste.

—Ganaríamos en cinco minutos o menos. –aseguraste, el francés sonrió divertido y asintió.

Miraste fijamente el cuadro y te hundiste en tus pensamientos, hasta que chasqueó sus dedos frente a ti, llamando tu atención.

—¿Le dirás al irritante de los imanes lo que sientes por el? –te cruzaste de brazos, Norton era fastidioso algunas veces con sus imanes.

—Nunca lo sabrá. –Joseph se echó a reír, ¡claro, nunca lo sabrá!, incluso el había notado que tus sentimientos eran correspondidos.

—¿De qué te ríes? –preguntaste con fingida molestia, paró de reír y suspiró.

—Tu habilidad sirve para cegar a las personas, pero eres más ciega que tus esferas y ojos juntos. –frunciste el entrecejo pero lo dejaste pasar, quizá se le había safado un tornillo, era común en esta mansión.

Hoy jugarías una partida de diez, antes de que Jack, que quería formar un dúo contigo desde la semana pasada pudiera elegirte como compañera, Wu Chang se adelantó.