- Maestro, estamos a punto de llegar - anunció Frankenstein con una leve reverencia
Raizel asintió. Frankenstein se retiró nuevamente.
Raskreia miraba de mala gana a Rayla, quien yacía sentada en silencio y con los ojos cerrados en una pose de máxima calma. No por que quisiera, más bien por qué Felia le había insistido el pasar el resto del viaje con una charla amena, que viendo la 'detestable' cara de Raskreia. Estaba más que claro, que Raskreia no le caía bien.
Estando cada vez más cerca del lugar, Tao hizo una llamada por los altavoces. Las pestañas de Rayla se levantaron y con normalidad camino hacia la puerta del avión. Sus movimientos fueron rápidos y precisos, aunque tal vez, solo por que ninguno era un humano en su totalidad, el viento que entro por la puerta solo les agitó los cabellos y refresco los cuellos, mientras mantenían una posición de estatua.
Rayla una vez estando sobre el elegante avión, miró a la distancia. Sus ojos brillaron de azul claro a un rojo vivo, que de no ser por su baja calidad de vida hubiera permanecido así, el constante intercambio de un color a otro provocaba una ilusión, volviendo púrpuras por momentos sus ojos. La barrera invisible, ante los ojos de cualquiera, tan pronto fue traspasada por el avión volvió a cerrarse.
La puerta del avión se abrió y Rayla no dudó en ayudar a bajar a cada uno de los que se encontraban en el interior, excepto por Raskreia y Gejutel, quienes fueron los últimos en bajar.
- Maestro - llamó con tono suave - ¿Iremos a la mansión primero o...?
Raizel sabía a que lugar se refería sin que Rayla lo hubiera dicho abiertamente, con suavidad dio un par de palmadas en su hombro y asintió. Su rostro podría no decir nada, sin embargo sus ojos estaban rebosantes de felicidad ante las palmadas de su maestro.
- La Lord requiere una audiencia de inmediato - comentó Gejutel, como si tuviera todas las intenciones de arruinar el animo de Rayla
- Más tarde - contestó Raizel, sin mirarle
Incluso si Raskreia abrió la boca, nada salió de ella. No podía discutir, por lo que asintiendo se retiró junto con Gejutel. Rayla le miró de reojo hasta que la perdió en la oscuridad del bosque.
La mansión era lo suficientemente grande para todos, sin embargo Rael, Seira y Regis se mantuvieron en una esquina de la sala, mirando a Raizel como si esperasen ordenes de él. Tao, Takeo y M-21 por su parte parecían haber llegado a su segunda casa, paseando de un lado para otro y acomodando cosas.
Después de un rato de charla, Rayla se coló a una de las habitaciones, dejando por su lado al resto. Una vez acomodados Rayla parecía haberlo notado, saliendo de la habitación nuevamente. Llevaba un traje similar al de Raizel: una camiseta blanca con mangas largas y un pantalón negro, su cabello suelto rebotaba a cada paso que daba.
Sin decir nada al resto, pero con una mirada y unas rápida reverencia hacia Raizel y Frankenstein, salió del lugar.
- Jefe ¿A donde va Rayla? - preguntó Tao al notar que nadie la detenía
- Tiene cosas que hacer, no la sigan - advirtió Frankenstein al servirle el té a Raizel - Maestro, estamos listos para la audiencia
Raizel asintió.
- ¿Segura que es por aquí? - Rayla miró de un lado a otro, lo único que podía observar era un bosque completamente oscuro - ¿Me habré perdido?
"No te has perdido, vas bien" Contestó Felia con un tono aburrido "mientras sigas mis ordenes, todo estará bien"
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Una Noble Humana...
RandomInicio de publicación: Enero, 2020 Final de publicación: Enero, 2021 Estado: Concluido M-02 es una humana modificada, pero hay algo más dentro de ella que solo ella misma conoce, ni siquiera los científicos que la usaban de rata de laboratorio lo sa...