Capítulo 12

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Estamos en casa - dijo Takeo al cerrar la puerta detrás de él

Los cuatro estaban llenos de polvo y manchas de sangre, Rayla tenía cubierto de manchas de sangre su falda en menor cantidad que su blusa, de la cual apenas y se reconocía que alguna vez fue blanca; Takeo y Regis tenían más polvo que manchas de sangre, apenas tenían una que otra salpicadura, mientras que Rael tenía las mejillas salpicadas de su sangre, al igual que las mangas de su ropa.

Los chicos soltaron un suspiro al entrar en la sala, a excepción de Rayla, quien solo se mantuvo callada y con la mirada baja.

- Chic- que les paso?! - gritó Yuna poniéndose de pie al ver el estado de todos ellos

- Ah! Están aquí - dijo Regis, un tanto sorprendido

- ¿Qué les paso hermano mayor?! - exclamó Shinwoo dirigiéndose a Takeo

- Un ataque - respondió

Quizás Takeo se sentía un poco mejor al no tener que inventar escenarios y posibles accidentes "normales" para su situación.

Los chicos les miraban con preocupación, cuando uno de ellos notó a Rayla, quien se había quedado detrás de ellos, quizás para no llamar la atención.

- Rayla! - exclamó Ikhan acercándose a ella

Rayla levantó la cabeza, por un momento los demás se estremecieron al recordar el estado de Rayla, Rael quiso intervenir para que no viera su brazo y entrará en shock, sin embargo, el que se llevó el sock fue él.

- Rayla estas cubierta de sangre - le señaló con preocupación en su rostro

Rayla asintió sin decir nada más.

- Eh? - Ikhan notó el trozo de manga que le faltaba a Rayla - Rayla tu ropa

- ... - Rayla miró su brazo y dijo - me cortaron el brazo - todos sintieron un escalofrío al oír eso - pero ya está bien, ya sanó - explicó mostrando su brazo regenerando en su totalidad

Por un momento los cuatro chicos al igual que Rael tragaron duramente, no sabían que decirle, estaban seguros que no era miedo lo que sentían en ese momento, sino preocupación y algo de tristeza por lo que Rayla sufrió.

- Regis - llamó una suave voz, llamando no sólo la atención del peliplata

- Seira - contestó al verla - ¿Dónde están Raizel y el dueño de la casa? - preguntó

Todos se habían hecho la misma pregunta al llegar, pero por la situación y el ambiente habían evitado hacer una pregunta tan innecesaria.

- Han salido por ustedes, porque no habían vuelto - respondió Seira

- Preocupamos a Raizel-nim - susurró Rayla con un tono de culpa - hice algo malo

Todos la miraron con algo de preocupación, no había razón para que se culpara tan duramente, pero quizás no la harían entrar en razón solo con palabras.

- No hiciste nada malo - explicó una voz

Todos voltearon hacía donde la voz provenía, los chicos humanos sonreían aliviados, eran Raizel y Frankenstein, quienes acababan de llegar con un par de compras en las manos.

- Pero... - replicó en un susurro

- No hiciste nada malo - repitió Raizel acercándose a Rayla

Rayla solo bajo la cabeza y negó con la misma.

- Debo ser castigada, hice algo malo - los brillantes ojos de Rayla buscaron a los de Frankenstein - aceptaré mi castigo - dijo al mismo tiempo que extendía sus brazos hacía Frankenstein

Una Noble Humana...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora