Capítulo 37

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- Rael, ¿puedes abrir esto?

- Rael, ¿puedes jugar conmigo?

- Rael, ¿me acompañas al supermercado?

- Rael...

Rael aquí, Rael allá. Los últimos días, esa parecía ser la palabra favorita de Rayla, cada que tenía oportunidad la decía, aunque la cosa que pedía fuera mínima.

Rael no se molestaba, de hecho se sentía útil cuando Rayla le llamaba.

Durante esos días, una carta de Lukedonia llegó para Rayla, nadie más que ella la leyó y nadie más que ella respondió.

Durante sus clases, pocas veces prestaba atención, su mente parecía divagar en otro lugar. Aún así, nadie la reprendió ni nada.

Hasta que cierto día, su pregunta salió por si sola.

- ¿Qué significa "Rael"?

Todos dejaron de comer y le miraron.

- ¿Por qué preguntas? - dijo Shinwoo antes de atiborrarse de comida

- Me parece un nombre curioso... quiero saber que significa

Ikhan sonrió y sacó su computadora antes de que alguien más hablara.

- Veamos... Aquí dice - se acomodó las gafas y rió por lo bajo antes de seguir hablando - inocente como un cordero

Todos con excepción de Raizel, Seira y Rayla; aguantaron la risa ¿Inocente como un cordero? Quien no reiría. Aquel al que le decían cordero podía lanzarte de una patada desde un tercer piso... Um... tal vez si tenia el temperamento de un cordero.

- ¿Qué tal tu nombre Rayla?

Rayla miró a Ikhan, asintió sin saber a que se refería. Los demás esperaron ansiosos por el resultado.

- Bella como la noche

Rayla ladeo la cabeza, ambos chicos la miraron, luego intercambiaron miradas y asintieron.

- Eh?

El resto de la clase Rayla se la paso juguetendo su pluma, por primera vez no escribió nada durante todo el rato. Sólo escuchaba, pero las voces le eran muy lejanas. Hasta que en algún punto, dejo de oírlas.

Su pluma cayó de sus manos, leves miradas se centraron en ella pero fue muy difícil mantener el disimulo, cuando vieron las gruesas lagrimas bajando por su mejilla. Pero Rayla no las veía, no veía a nadie, su mirada estaba vacía y de pronto...

Un ruido sordo logró una conmoción.

- Eh? ¿Donde estoy?

Por más que miraba a todos lados, lo único que podía ver era oscuridad, una interminable oscuridad.

Pero, pronto comenzó a aclarar.

- Estas despierta, que bien.

- F-Felia

- ... - sonrió - ¿estamos llegando al límite? Rayla...

- Oh...

- Terminemos esto pronto, cuando vengan por nosotras... lo usarás

Rayla miró desde su posición, bajo la cabeza y asintió con un suave "mnh".

Por mucho que le preguntaron, Rayla no habló sobre su desmayó, ni siquiera le respondió a Frankenstein cuando este le preguntó si había hablado con Felia.

Una Noble Humana...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora