Capítulo 50

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Cuando Raya abrió los ojos de nuevo, su cuerpo se sentía totalmente acalambrado. Estiró los brazos y tronó su cuello, por un segundo hasta pensó que había dormido un siglo de nuevo, solo su alrededor pudo confirmarle que no era así.

Frotó sus ojos, se incorporó. Pero justo cuando levantó la mirada pudo ver una figura femenina, o mejor dicho la mitad de una figura femenina, fuertemente aferrada a la figura lastimada de Rael.

- Rael, ¿te sientes mejor?

- Me duele todo - gruñó

Frankenstein aguantó las ganas de agarrar del cuello a ambos, si, por que era culpa de ambos aquel sentimiento de molestia que ahora ahogaba su corazón.

- Eh? ¿Por qué estoy flotando? - preguntó totalmente asombrada

Frankenstein volvió la mirada solo para ver como Rayla tomaba del cuello a Felia, por un momento se sintió agradecido. Definitivamente quería mucho a Rayla.

- ¿Qué crees que estas haciendo? - gruñó Felia al darse cuenta de quien la sostenía

- ¿Qué es lo que hacés tú? - respondió Rayla - tu forma física es inestable

- ¿Gracias a quién? - contestó echándole la culpa

Rayla afilo su mirada.

- "Eso" no está muy feliz que digamos, mira - Rayla apuntó el costado de Rael solo para lograr que el color en el rostro violáceo de Felia se hiciera más pálido - ¿ves?

Real también notó que un pedazo de su camiseta parecía quemada.

- ... - Felia bajó la mirada, sabía de antemano que su cuerpo formado por "eso" era verdaderamente inestable y devoraba todo lo que estuviera cerca, suspiró - si, si... regresaré ¡Pero no permito que coquetees con mi prometido!

- ... - soltó su cuello

Rael desvío la mirada, Frankenstein solo suspiró. Pero, Rayla sonrió.

- ¿Qué significa este sello en mi muñeca? - Felia abrió los ojos - si no mal recuerdo...

La mitad inferior de Felia se volvió más inestable, creando pinchos a su alrededor. Rayla solo fingió no darse cuenta.

- Rayla tú... - luego se dio cuenta

Aquella actitud en Rayla era la misma que antes. Felia sintió algo más que enojo, sintió nerviosismo.

Rael por su parte se sentía un poco incómodo, tanto que no notó el leve cambio de actitud en la calmada Rayla.

- Yo... - se levantó de la camilla donde estaba sentado - iré a lavar los trastes

La habitación quedó en silencio, Frankenstein se divirtió un poco al ver como Rael escapaba de algo que el mismo provocó.

- Yo quiero regresar ahora - dijo Felia con un puchero infantil

- No, es hora de hablar, Maestro

Frankenstein le miró complacido, sonrió a espera de sus palabras.

- Felia

- Te escucho

- Quiero hablar con ambos de algo importante

Frankenstein y Felia intercambiaron miradas, ninguno podía saber de qué era lo que la recién despertada Rayla quería hablar.

- Primero quiero que me aclaren sobre esa respuesta - sus dedos rozaron su frente y el nerviosismo invadió tanto a Felia como a Frankenstein - segundo, Felia... adelantaremos el plan y Frankenstein necesita saberlo

Una Noble Humana...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora