Una Noble Humana...

Capítulo 60.- ¿Soy... yo?

Cuando Rayla fue atravesada brutalmente por un trozo de viga, levantó la mirada hacia Coker, la sangre escurrió de sus labios y por primera vez su regeneración empezó a alentarse.

Pudo ver como Coker se sacaba algo de la camiseta que llevaba, una piedra roja y bonita, afilada en ambos lados y que te hacia desear nunca dejar de mirarla. La voz de Rayla retumbó en todo el lugar.

— No lo hagas!!! No te pertenece!

— ¿Con que derecho dices eso tú? — Coker sonrió, con locura en la mirada pero más que eso, con un deje de tristeza que Rayla pudo percibir — TÚ NO TIENES IDEA DE LO QUE SE SIENTE PERDER A ALGUIEN! — gritó y clavó la roca en su pecho

Su cuerpo comenzó a deformarse, grandes venas hinchadas se marcaban debajo de esa piel grisácea. Rayla apretó los labios, observando a la distancia como el resto peleaba.

— Tú — susurró — eres el que realmente no sabe nada

Sus ojos brillaron y su voz resonó como un trueno.

"Rayla No!" Gruñó Felia desde su interior, pero ella solo le ignoró.

— Endless Love, ven a mí

Siete truenos cayeron a su alrededor, siete sombras le mostraron respeto por igual. Una a una fueron levantando la cabeza y cuando el octavo rayo cayó en sus manos y un par de dagas se materializaron en cada mano, su voz fue aun más atronadora.

— El amor mal dirigido... crea demonios, presentense — ordenó

Las siete sombras se pusieron de pie y sonrieron, cuando sus ojos se abrieron brillantes rubíes rojos rebosaron de energía, presentándose

— Somos monstruos creados desde el corazón — sonrió, acomodando detrás de su oreja su corto cabello negro — soy Pride — en sus manos una hermosa espada apareció — valgo más que tú, así que deja que corte tu poco orgullo

— Soy Envy, ¿te crees mejor que yo por qué tienes esa piedra? Niño insulso! — gritó soplando su flequillo y mostrando una afilada tantou — te contaré de lo lindo

— Anger, ¿Por qué debo gastar mi corta existencia en este asqueroso humano?! — gritó desesperado y mostrando sus garras revestidas de metal negro

— ¿No podrías simplemente morir? Quiero seguir durmiendo — bostezo sin siquiera prestarle atención, abrazando una enorme guadaña para dormitar — Sloth, mi nombre

— Mi nombre es Avarice, ¿tienes algo que me agrade? Déjame tomarlo por ti — sonrió paseando entre sus dedos unas dagas diminutas

— ¿Ustedes sienten hambre? ¿Puedo devorar tu alma? — sonrió — aunque no sea deliciosa Gluttony la tomará ahora mismo!!!

— Soy Lust — dijo relamiendose los labios provocativamente mientras agitaba la katana negra delante de su cuerpo — hacen falta palabras para decir lo mucho que te detesto, ¿sabías que podría ser feliz si tan solo te murieras?! Tengo un esposo ahora y ni siquiera puedo-

— Ejem! — gruñó Rayla

Lust sonrió, recibiendo las miradas aburridas de los demás monstruos.