Capítulo 18

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- Dime, señorita experimento ¿Cuántos años tienes?~

- ¿Tu rostro es natural?

- ¿A cuantos experimentos te has sometido?

- ¿Cuantos años tenías cuando te vendieron?

Las gemelas sonrieron, disfrutaban hacerle preguntas, a Rayla, que fueran dolorosas de responder. Pero, no sabían que ella no sentía dolor al responder, no sentía nada.

- "Tanto años que podría ser tu tatarabuela, es tan natural como mis ojos, trata de calcular los experimentos que podrían hacer en ochocientos años y... no me vendieron, yo me ofrecí" - Rayla suspiró y regreso a su tono neutral, dándoles una mirada casual dijo - eso dice ella... y que si tienen más preguntas no las hagan, que vino aquí por Victor no por ustedes...

Las gemelas le miraban con sorpresa, que no tardó en convertirse en un puchero, para después desviar la mirada. No sabían mucho de lo que habían preguntado, solo sabían que ella, en el pasado, era algo así como una reliquia y un tesoro a la vez. ¿Ochocientos años? ¿Quien es capaz de siquiera soportar la mitad de esos años?, se preguntaban las gemelas mientras miraban de reojo a la rubia, ellas a penas llevaban un par de lustros allí.

- ¿De que hablan las chicas? - dijo Victor al aparecerse en el lugar - ¿Algo interesante?

Rayla alzó los hombros en respuesta, las gemelas solo le sonrieron.

- Oh vamos chicas - susurró Victor - ¿De que hablaban, mi querida musa? - preguntó acercándose a Rayla

Rayla alzó los hombros de nuevo y desvío la mirada, Victor hizo un puchero, pero antes de retirarse notó como los pinchos iban desapareciendo ante él, hasta formar un estrecho camino que llegaba hasta donde Rayla estaba sentada.

Dio un paso, al no notar la hostilidad natural de los pinchos dio tres pasos más, los pinchos cerraron el camino detrás de él, llamando su atención. Victor trago duramente para seguir con cuidado el camino libre de pinchos, diez pequeños pasos después estaba frente a Rayla, ésta le miraba sin cuidado, no mostraba alguna señal de miedo u odio, solo lo observaba.

- M-mi musa? - balbuceo al no oír alguna palabra de parte de la rubia

- Quiero saber... - hizo una pausa mientras buscaba en el bolsillo de su falda lisa - ésto, ¿Ésto que es? - dijo al mostrarle el aparato plano y plateado que sostenía con firmeza

- Un... es un-

- Maldita! - grito una de las gemelas

Tanto Rayla como Victor dirigieron su atención hacia Miho, quien levantaba su dedo índice en dirección de Rayla.

- ¿D-de que hablas, Miho? - dijo Victor al notar su histeria

- No te hagas el idiota Victor! Ella tiene un móvil! Alguien nos debe haber seguido el rastro! Quitaselo!

Victor miró a Rayla, ésta retrajo su mano al notar su mirada. No sabía que era ese aparato, pero algo en él le hacía sentir la presencia de Rael, una presencia que conocía muy bien, y que debía proteger. Acercandolo a su pecho lo acobijo y bajo la cabeza.

- Mi musa... dame eso por favor - dijo, estirando su mano - ellas se molestaran si no se los doy

- ¿Ellas.... se... molestaran? - repitió Rayla en modo de pregunta y con un tono diferente al usual - esta bien por mi... mi querido necesita un bocadillo

Una Noble Humana...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora