Capítulo 24

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- Tao... ¿Hay alguna novedad? - preguntó Frankenstein desde el otro lado de la línea

- Em... pues... no mucho - contestó Tao

Ya había pasado más de quince minutos desde que ambos rubios entraron en la llamada Casa de los espejos. Tao había estado monitoreando el lugar, pero no había señal de ambos chicos.

- Avisa si hay algo - añadió Frankenstein antes de cortar la llamada

Tao suspiró, volviendo su mirada al monitor sintió un poco d nervios, ambos chicos habían tardado más de lo necesario dentro de aquella atracción.

- ¿Por qué el dron no puede entrar? - se preguntó

Había intentado seguir a la pelirroja dentro del lugar, pero por alguna razón el dron comenzaba a fallar y la imagen se perdía, lo único que podía hacer: era esperar.

- Eh? ¿No me escucharon?

Miho y Nina se encogieron levemente al escuchar aquella voz de nuevo. Rael tragó con dificultad al darse cuenta de donde provenía la voz.

El cuerpo de Rayla, se movía lentamente, con cuidado, como si temiese hacerse añicos si se movía bruscamente. Tan pronto como estuvo de pie, el cuerpo de Nina y Miho se paralizó, Rayla las miró con su rostro neutral de siempre, pese a tener sangre fresca en la comisura de sus labios y aún más sangre brotando por el hueco, que permitía ver del otro lado, de su pecho y manos mutiladas, no le importó.

- Ven... - susurró

Una masa oscura comenzó a devorar lentamente sus ropas, limpiando la sangre que se había derramado, en silencio todos observaban aquella transformación que no llevó más de diez segundos. Las sencillas ropas que Rayla llevaba hasta ese momento habían sido remplazadas por prendas oscuras, de bordes dorados y complementados por una capa tan roja como sus ojos y las pequeñas lágrimas de sangre que salían de ellos, del mismo modo sus cabellos ya no eran dorados, sino negros, sus pasos resonaron en el lugar, su sola presencia provocaba temor en los cuerpos de Nina y Miho. Pero, Rayla no estaba para dar miedo.

- ¿Te arrepientes? - preguntó con una mirada seria

- ¿Qué? - dijo Nina, pensando que la pregunta era para alguna de las dos, pero se equivocaba

- No te hable a ti - frunciendo el ceño desvío su mirada dirigiendola hacia Rael, quien no había despegado la mirada de ella - ¿Te arrepientes de haber venido aquí, conmigo?

Rael apretó los dientes, Rayla desvío la mirada, esperaba una respuesta rápida... pero al no obtenerla simplemente asumió la respuesta.

- Borraré tus recuerdos una vez termine-

- No! - Rael había alzado la voz, captando la atención de Rayla - ¿Qué clase de noble sería si me arrepintiera de esto?

- Lo supuse - contestó Rayla - ahora... devuelve eso - estirando su mano, recién reconstruida, espero la respuesta de Nina

- Ésto es absurdo! - exclamó Nina todavía confundida - un ser humano... no, un ser vivo, no estaría de pie sin esto - alzando el corazón hasta la altura de su nariz se dio cuenta de que éste se había puesto negro y de él escurria sangre del mismo color - que es esto! - sin pensarlo dos veces lo lanzó al suelo, donde se volvió un charco negro tan pronto hubo terminado de rebotar - eso... eso era...

- Eso era mío - susurró Rayla

Sus cabellos eran negros como la sombra que le acompañaba, a excepción de los dos mechones rubios que sobresalían por ser brillantes.

Una Noble Humana...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora