Capitulo 38

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 "Iceberg rompiéndose"

Es increíble como las tragedias suceden de un momento a otro sin previo aviso anticipado. Es cuestión de mala suerte, o de estar en el sitio equivocado al momento equivocado. Se necesita solo un segundo para que pase, como fracturarse algún hueso del cuerpo, ser robado, ser notificado de que algún familiar falleció... o extrañamente, recibir un balazo. Uno solo, en medio de un evento con las luces apagadas sin nadie viendo quien es el responsable.

Vaya suerte la de Aydan Kyle.

Durante el camino a casa, ni Evan ni yo decimos ni una sola palabra como acostumbramos. Creo que ni siquiera nos miramos, incluso. Vamos en un silencio sumido sin que música llene las cuatro puertas de la Hummer.

Silencio total.

Cuando finalmente Evan se estaciona frente al jardín delantero de mi casa, tardo un par de segundos en abandonar la camioneta y atravesar el camino de piedras. Lo siento a el venir detrás de mi pero no digo nada. Puedo sentir en mis oídos retumbar el sonido ensordecedor del arma cuando es disparada, aunque fue solo una vez. Un solo boom suficiente para herir a una persona e incluso matarla.

Entro en mi casa después de abrir con mis llaves y dejo la puerta abierta teniendo en cuenta de que Evan sigue mis pasos. Pongo mi mano en el pasamanos de las escaleras mientras las voy subiendo escalón por escalón y termino yendo directo a mi habitación sin desvío hasta llegar al pasillo correspondiente. Me abro paso e ingreso a la comodidad de mi habitación caminando hacia el vestidor para quitarme el vestido y en su lugar ponerme una de las camisetas suaves que pertenecían a mi padre porque amo usarlas para dormir.

Al salir, observo a Evan sentando al borde de mi cama. Sus ojos están en su teléfono y ya no lleva el saco blanco, ni la pajarita y tiene las mangas de la camisa arremangadas hasta los codos. Lo dejo allí y me voy un momento al baño para quitarme los lentes de contacto y guardarlos en su protector, me toma unos pocos minutos, después de manera automática vuelvo a mi habitación.

Trato de salir del estado de shock en el que me mantengo sumida desde que subí a la Hummer antes de abandonar Badlands High.

—¿Crees que...? —hago una pequeña pausa dando pasos lentos hasta llegar a mi cama. Evan pone sus ojos en mi—, ¿Crees que Aydan estará bien?

—Mamá me acaba de mandar un mensaje. El está en quirófano —me dice en respuesta, dejando su teléfono sobre mi mesa de noche cerca suyo.

Deja salir un suspiro y miro como comienza a desabotonarse los botones de la camisa, mientras tanto, hago las sabanas y el cobertor a un lado para meterme debajo de ellas.

—Esperemos que este bien —murmura mirándome.

Miro sus movimientos como se quita los zapatos con cuidado y termina por deshacerse de la camisa dejándola caer al suelo de mi habitación.

—¿Dormirás aquí? —le cuestiono.

—Si —me responde.

Se coloca de pie y mis ojos siguen viéndolo, como se deshace del pantalón blanco del traje para también dejarlo en el suelo, quedando en boxers y después se mete debajo de las sabanas.

Conmigo.

No me quejo de su compañía, estoy algo noqueada como para hacerlo. En realidad, justo ahora me cae perfecto, como anillo al dedo. Siento sus manos buscar mi cintura y el frío tacto de sus dedos pronto se vuelven cálidos.

—No te lo dije porque no tuve tiempo pero... —hace una pequeña pausa mientras me acomodo mejor sobre la almohada buscando mayor comodidad y mis ojos dan con los suyos—, estabas preciosa esta noche. Sobresalías brillando como tu sola. No es que no estés preciosa ahorita, así como estas, porque si lo estas, pero... wow. Simplemente, wow. Me deslumbraste allá.

El Desenlace De Una IlusiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora