[19] •Sofburn Deselution: El desenlace•

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Si bien, durante el día el festival es una maravilla, de noche es cuando la verdadera acción y diversión comienza. Hay luces de colores por todos lados, haciendo que el desierto sea una mezcla neón de colores mágicos. La fiesta empieza y todo se vuelve muy novedoso, cuando se oculta el sol y aparecen las estrellas todo es muy distinto, incluso el ambiente.

Al anochecer es como estar en otro planeta. Todo, absolutamente todo cambia, y es que las instalaciones y el arte se ven distintos. El mundo lumínico aparece. Hay todo tipo de música, escenarios llenos de láseres con variedades de estilos musicales, y desde donde estoy con el grupo puedo ver a personas encueradas bailando y haciendo el ridículo sin importarles el que dirán.

Los carros arte mutante son en definitiva un espectáculo fuera de serie que muestran una extravagancia y una exquisita creatividad fuera de este mundo. Algunos de estos son seguidos en el desierto por grupos gigantes de personas que están dispuestas a estar despiertas hasta el amanecer para bailar toda la noche. Yo no soy de esas, así que solo miro y disfruto el momento hasta que me de sueño.

Uno de los autos mutantes me parece divertidísimo, es un pulpo mecánico que expulsa fuego y lleva música de estilo techno. Los equipos de sonido son increíbles y los performances inesperados y sorpresas también. Hay areneros y bicicletas costumizados con luces para circular de noche, y personas que van vestidas con luces, únicamente luces, parecen arboles de navidad.

Pasada la medianoche y con el cansancio matándome a pesar de querer seguir disfrutando del ambiente nocturno del festival, mi cuerpo se encuentra completamente agotado y me pide que vaya a la cama. Por suerte no estoy tan lejos de mi campamento y le informo al grupo que me iré a dormir, Nevae es la primera en abuchearme y clasificarme como aguafiestas-anciana-aburrida, y tras enseñarle mi dedo del medio se ríe. Graham me ruega que me quede otro rato pero ya no aguanto, ya no puedo y no resisto mucho tiempo más.

Tarareo la canción que mis oídos distinguen de entre las otras, algunos escenarios se escuchan por sobre otros, variados estilos que se entremezclan haciendo que casi no se puedan identificar las canciones de entre las otras.

Para cuando llego a mi ostentosa y cómoda carpa compartida con Adam, el aire acondicionado me golpea al rostro con demasiada potencia. Mis pies están cansados de recorrer y bailar por hoy, y todo lo que piden es descansar hasta mañana, así que me deshago de mis botas dejándolas sin cuidado y me acerco a la mesa de cristal dónde dejé los snacks y frituras qué traje.

Suelto un suspiro exhausto y tomo un paquete de galletas oreos, lo abro y me llevo una hasta mi boca. luego me dirijo hacia mi cama y me dejo caer encima, casi puedo escuchar a mi cuerpo suspirar de felicidad al sentir el colchón.

Caigo en cuenta de qué no me he topado con Evan a pesar de que me confirmó su asistencia sin importarle que su padre lo había castigado, después de todo, con Haiz estando de viaje Evan haría lo que le placiera. Sin embargo, no encontrarlo es un alivio; tendré que tener muy mala suerte para topármelo en un ambiente tan expandido y lleno de personas como este.

Aunque... nunca se sabe. El año pasado me lo encontré en el templo; una construcción de palos y madera que al final de los tres días se quema. Las personas van a meditar, hacer peticiones que terminan quemadas o a dejar las páginas de su pasado para tener un nuevo comienzo.

En cuanto se me acaban las galletas tengo tanta flojera de levantarme a quitarme la ropa y tomar un baño que solo me deshago de mi atuendo y lo reemplazo por un camisón que fue de mi padre para después acostarme a dormir.

El Desenlace De Una IlusiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora