El Desenlace De Una Ilusión

Capitulo 40

 "Muérdago"

—¿Crees que le puedas gustar a Weigand? —curiosea Evan durante el período libre de economía a primera hora, Holt no ha venido hoy y estamos sentados en el césped del jardín trasero de Badlands High, o mejor dicho, yo estaba sentada y Evan solo vino para terminar a mi lado—, pero que estoy diciendo. Por supuesto que le gustas al rubio niño de papi.

—Claro que no. Yo no le gusto a Hunter —digo, mirando hacia el cielo a través de mis gafas de sol. La mañana esta fresca, nublada y con poco sol como nunca, es un milagro que este así. Milagros de épocas de navidad—, deja de decir tonterías, Slymour. Eres un fastidio respecto a el.

—Tienes razón, no le gustas. Esta enamorado de ti.

Evan larga una carcajada dejándose caer sobre sus codos al césped. Miro mis pies estirados a lo largo y dejo salir un suspiro mientras lo ignoro a la ligera. Pienso en cómo han estado yendo las cosas los últimos días y la manera en que han comenzado a superarlo con severa tranquilidad. Desvío mi atención a otra cosa: Diez días mas de clase y luego comenzaran las vacaciones de navidad y año nuevo d en Toscana. Ya convencí a Howard para ir a la región Italiana así que todo esta listo, e incluso mi madre está viendo villas por medio de una agencia de viajes Londinense para reservar una durante nuestra estadía.

El viaje que haremos me emociona porque aunque conozco algunas ciudades de Italia, La Toscana no es una de ellas y la espera me tiene a la expectativa, contando los días para escuchar el último timbre de clases antes de salir de vacaciones.

—¿En que piensas, Ava? —escucho a Evan preguntarme y niego con la cabeza dejándole saber que nada.

Escucho una voz que reconozco de inmediato por mas que no quiera, sobre una de las mesas a la que llevo mi vista me percató de que Donnovan ha llegado a ella junto a sus dos amigos y están riendo. Ruedo los ojos, veo que Evan se ha incorporado, juntando sus rodilla flexionadas y envuelve sus piernas con sus brazos mientras mira hacia donde yo lo hice un momento atrás. Una mueca cruza su rostro.

—Vaya asco —vocifera con desagrado.

Después del incidente del lunes, las aguas se han mantenido calmadas. Ahora, una que otra chica se acerca a preguntarme por la salud y el bienestar de mi hermano, sobre cómo sigue después del "accidente" donde finalmente nunca apareció tirador ni sospechoso ni nada de nada, absolutamente nada.

Igual ahuyento a cualquiera que venga porque no tengo ni tendré interés en hablarles. Su hipocresía no va conmigo, mucho menos después de todo lo que me han hecho.

—¿Dónde está tu chicle? —pregunto en un suspiro.

Evan pone sus ojos en mi con el ceño levemente fruncido.

—¿Chicle? —cuestiona confundido. Al instante, por la expresión que coloca cae en cuenta—, ah, Sam. No lo se... no tengo ni un solo mensaje de el. Quizás esta pasando la hora libre con alguna animadora o algo, no lo se. No me preocupa.

—Ya veo —murmuro con una mueca de asco indisimulable—, iré al baño. Después aprovechare los siguientes treinta minutos libres en Nevadella's. No quiero estar aquí.

—Vale —Evan asiente y lo miro colocarse de pie justo al tiempo en que lo hago—, te espero afuera para ir a Nevadella's. ¿Caminamos o vamos en la Hummer?

—¿Vamos? —cuestiono, arrugando el ceño al escuchar su auto invitación.

Evan se encoge de hombros una vez que esta de pie y frente a frente conmigo.

—Me provoca una malteada de allá —responde, excusándose—, ve al baño. Cuando vuelvas vamos, yo invito.

Le hago caso y no objeto en contra. Apresuro en levantarme del césped y sacudir mi pantalón para después comenzar a caminar hacia el interior del edificio. Atravieso el lugar yendo hacia el baño de chicas en el pasillo siguiente al vestíbulo de la entrada, para mi suerte esta vacío. Aprovecho a descargar mi vejiga, lavar mis manos, mi rostro y soltar la cola malhecha en la que mi cabello se encuentra recogido para hacerla un poco mejor.