•4 | De reuniones de padres & profesores, y juegos amistosos |

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Resoplo con el quinto intento de tratar hacerme una trenza pero no soy buena y no lo logro, lo dejo suelto y rendida, observo mi reflejo en el espejo de mi habitación por última vez y contemplo mi atuendo: jeans negros ajustados, camiseta blanca sin detalles, chaqueta de jean envejecida con parches de posters de ciudades alrededor del mundo en la espalda y las mangas; no hay ni una sola pizca de maquillaje en mi rostro, al natural y eso deja en evidencia las pequeñas ojeras debajo de mis ojos.

Después del fin de semana, donde salvada por el destino el padre de Donnovan no volvió a la ciudad, quedé libre para pasar el domingo con Adam probando los postres que mamá se dedico a hacer para la semana.

Hoy es miércoles por la tarde y es la reunión de padres y profesores, me acerco a mi cama en donde mi teléfono está cargando «60%» va muy lento, no me queda más opción que desconectarlo para salir de mi habitación y bajar las escaleras después de escuchar a mi mamá llamarme para irnos.

Bajo los escalones de las escaleras principales de dos en dos mientras reviso mi teléfono. Tengo un mensaje por parte de Adam, me desea suerte en la reunión de padres y profesores. Me detengo en el último peldaño de las escaleras y miro a mamá sentada en uno de los sofás individual junto a la entrada, sola, ojea una revista de lo que parece ser cocina. Aclaro mi garganta para hacerle saber que ya estoy aquí, ella levanta su mirada, me mira y esboza una sonrisa dulce.

—¿Nos vamos, cariño? —me pregunta, levantándose del sofá y deja la revista sobre el mismo.

Me encojo de hombros.

—Supongo —respondo limitada.

La observo mientras abre la puerta de la casa después de acercarse, lleva una blusa casual de mangas hasta los codos y de rayas blanca con azul, un jean y tacones. Un atuendo casual y sencillo que la hace ver elegante sin exagerar, bueno, si no tomo en cuenta el collar de oro con la letra L que brilla y llama la atención en la palidez de su cuello. Ese accesorio por si solo la hace resaltar.

Mientras vamos al auto, me pregunto inconscientemente porque Aydan no nos acompaña, después de todo, con el semestre en línea que está tomando desde aquí, acompaña a mi mamá a todas partes últimamente. Sin embargo, no le doy importancia al asunto. Subimos al auto, mamá conduce y escucho a coldplay reproduciéndose en el estéreo.

Mamá intenta sacar conversación durante el camino.

—¿Sigues teniendo problemas con Holt como el año anterior? —me pregunta con la vista fija al frente, en la avenida.

—Sigue siendo un amargado fastidioso de mierda —digo sin filtros y sin rodeos, a mamá no le gusta que use malas palabras, y por lo general no soy de expresarme con ellas, pero es que Holt, joder, el profesor Holt es un dolor de cabeza insoportable.

—¿Y que tal las clases de arte? —se interesa, cambiando el tema después de que una pequeña mueca deslice sus labios.

—Bien.

Es lo único que digo. Mamá se rinde en el tema de mantener una conversación conmigo y es mejor de esa manera, respondo un mensaje entrante por parte de Charlize y cuando llegamos a Badlands High, mamá aparca en uno de los puestos disponibles hasta el frente del edificio. Reconozco la camioneta de Howard estacionada en una esquina, mamá y yo bajamos de su auto y camino con cierta pereza apenas unos pasos detrás de ella.

Entramos al edificio, lo primero que veo en el vestíbulo es la cantidad de padres elegantes de los seniors que esperan el momento para reunirse con el profesorado. Miro a unos cuantos metros a Howard con su esposa que luce impecable en su máximo punto de elegancia con un atuendo que grita dinero y alta costura por todos lados, a la izquierda de ella está Evan hablando con Sam y observo a Howard manteniendo una conversación con el hombre latino a su derecha, es el padre de Sam y la mujer despampanante que lo acompaña vistiendo un atuendo de diseñador es la madre del mejor amigo de Evan.

El Desenlace De Una IlusiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora