Capitulo 39

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 "Desearlo cuando no se puede"


Desayuno con Howard en Nevadella's antes de que me deje en Badlands High, el llama la atención de la población femenina por su atractivo físico, siempre lo hace y muchas veces escucho comentarios como: «No se si quiero con el padre o con el hijo» y es obvio que como veces anteriores a esta, no disimulan a la hora de poner sus miradas en el tatuado sentado frente a mi en la mesa, cuando varias del alumnado de Badlands High vienen a desayunar también. Al terminar e irnos, no me sorprendo vagamente cuando apaga la Rover y baja, y tardo unos segundos en bajar.

—Necesito hablar con el director Ben —me dice, al ver la expresión de desconcierto en mi rostro.

—Ah, vale —murmuro, relamiéndome los labios.

No cuestiono porqué, creo saber la razón por cual se reunirá con Abrahms, aunque no creí que lo haría hoy. Después del estado en el que, me encontró anoche, no dudo en que le pondrá un limitado ultimátum al director.

Me coloco los auriculares antes de entrar al edificio detrás de Howard y tomo un camino distinto a el para ir a mi casillero por mi libro de economía. Tengo la vaga idea de que lo sucedido con Aydan el sábado en la noche va a ser la noticia que rondará los pasillos. No me encuentro con el humor necesario para soportar el posible «asegurado» drama de hoy, es temprano por la mañana y me temperamento de mierda mezclado con la razón de que me vino el periodo ayer no son una buena combinación. Me hacen ser una bomba de tiempo.

Lana del Rey en mis auriculares suena a un nivel no tan alto. Me desvío de mi camino, con mis pasos guiándome hacia el jardín de atrás. Faltan aun diecisiete minutos, según el Apple Watch que llevo en la muñeca para que la clase de economía comience. Me siento ansiosa y eso me hace ir al jardín de atrás para fumar un cigarrillo rápido. Con la primera calada, apoyada del árbol con sombra junto a la laguna artificial, justo donde las cámaras de las instalaciones no pueden hallarme.

Una calada seguida de otra después de dejar escapar el humo. Me fumo todo el cigarrillo en cuestión de segundos mientras observo que algunos estudiantes pasan de allá para acá, algunos están en bancas y otros pocos reunidos en las mesas. Miro la laguna antes de dejar caer la colilla del cigarrillo y termino pisándola con la punta de mi Adidas para ir a mi casillero por el libro, sintiéndome mas liviana, menos tensa y como si puedo soportar este día un poco mas. Ava la obstinada de malhumor ha bajando un poco la guardia, por ahora.

Be my daddy se reproduce en mis auriculares cuando entro al edificio, sacando de mi mochila el perfume pequeño que siempre llevo para todas partes. Me rocío dos veces para disuadir y opacar el olor del cigarrillo, vuelvo a guardarlo dentro de mi mochila y me la acomodo al hombro para seguir mi camino hasta mi casillero. Verifico la hora en mi reloj, en cinco minutos mas empieza la primera clase del día.

Cruzo en el pasillo para llegar al siguiente, junto a las escaleras y donde esta mi casillero. Me acerco, me percato de que tiene una nota y miro el cubículo. Tiene un escrito en pintura negra.

"Zorra desvergonzada mentirosa"

Tomó la nota adherida al cubículo blanco para leerlo, sintiendo que no tiene nada bueno escrito. Trago saliva, arrugado el ceño y pongo mis ojos en el papel.

"Que no te de pena admitir lo que hiciste, te juzgan porque lo niegas, te juzgan por creerte superior cuando eres una mas del lote. No te avergüences de decir que si tuviste sexo con tu ex, lo que no se entiende es, ¿Por qué una orden de restricción cuando todos sabemos lo que en verdad sucedió?"

Arrugo la nota con cierta euforia, estoy tensa y furiosa, intento contar números para no alterarme pero no funciona, nada que intente hacer funciona. Los segundos pasan, veo la pintura en mi casillero otra vez.

El Desenlace De Una IlusiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora