Triunvirato

37 3 23
                                    

-¡Pero es que eres una inconsciente! ¿Y si llega a pasar algo? ¿Y si te arrestan a ti también? O peor, ¿y si REALMENTE la policía tenía razones para detener a esa chica? ¡Nos podrías haber metido un lío!

-Qué dices, pero si ha sido genial... Tenías que haber visto la cara del agente cuando tiré la bomba de humo...

-Dorian, CÁLLATE. No la animes. Casi hacéis que me dé un infarto... Estaréis contentos...

Erni llevaba al menos media hora gritando, dejando patente su irresponsabilidad y toda otra ristra de defectos relacionados con su terquedad. Astrea quería fingir que le escuchaba, de verdad que sí, pero estaba cansada y había desconectado tras los primeros diez minutos.

-Erni, vale ya -le cortó al fin, porque se hacía tarde, y al día siguiente se había comprometido a ir a la facultad a ayudar con los procesos de matrícula- . No ha pasado nada, ¿verdad? Todo ha salido bien, hemos ayudado a una civil indefensa, y la protesta ha sido un éxito. Vamos a dejarlo por hoy, ¿de acuerdo? Son las doce y mañana tengo que madrugar.

Erni suspiró, se rascó los ojos por debajo de las gafas, y le clavó una mirada severa.

-Está bien, pero esto no se va a quedar así -amenazó- . En la próxima protesta no te vas a separar de mi lado.

-Bien dicho, Erni -secundó Dorian con una sonrisa torcida, antes de agacharse junto a Astrea y susurrarle al oído- . Tú tranquila, en dos días se le habrá olvidado, yo me ocupo de eso.

-¡Dorian! -regañaron ambos a la vez, uno exasperado, y la otra entre risas.

-No soy la hermana pequeña de nadie, que lo sepáis -declaró ella antes de encerrarse en su cuarto- . Nunca lo he sido, y no quiero ni necesito más paternalismos. Estaría bien que lo recordarais.

Erni suspiró cuando la vio desaparecer, y se dejó caer en el sofá. Volvió a restregarse los ojos, dejando las gafas a un lado.

-Dios... Vais a matarme entre los dos...

-Vamos, no exageres, mi arma. A tiene razón, no es una niña. Y tú quieres ser demasiado padre.

-Dorian, POR FAVOR, deja ya esa actitud de chulo andaluz. Creí que ya se te había pasado.

-¡Eh, eso va en la sangre! -Dorian fingió ofenderse, pero en seguida se colocó el pelo y se sentó al lado de Erni, demasiado cerca para el gusto de este, pero es que su amigo no conocía el significado de la expresión "espacio personal".

-Bueno, pero es que me preocupa mucho... -suspiró Erni- Crecimos juntos, y cuando se fue de Madrid creí que no la iba a volver a ver, pero aquí está de pronto, y cada día sale con una locura distinta... Todavía no sé cómo narices ha conseguido arrastrarte a ti -cambió de tema, mirándole de golpe.

-Fue amor a primera vista -Dorian sonrió de oreja a oreja- . La ayudé a instalarse en Graná, y nos hicimos amigos, así que cuando se vino para Madrid vine con ella. Le tengo que agradecer que me metiera en tu piso -le guiñó un ojo, y el otro bufó.

-A veces no sé cómo te aguanto.

-Vamos, pero si me adoras... -le ronroneó al oído, pasándole una mano burlona por el muslo- Sabes que soy irresistible.

-Para mi desgracia... -le quitó de encima sin miramientos, y Dorian fingió un puchero- Me voy a dormir, mañana tengo prácticas. Intentad no romper nada mientras estoy fuera.

-No puedo prometer nada -respondió el otro, con una sonrisa de oreja a oreja.

-No, ya sé que no... Para mi desgracia.


______________________________________________________________________________________________

(Primer y último intento de hacer que un personaje hable andaluz. No porque tenga nada en contra del andaluz, sino porque creo que no soy capaz de escribirlo bien sin caer en un montón de tópicos en los que no quiero caer. Pero espero que al menos haya servido como caracterización)

Café Van Gogh (Les Miserables AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora