-Está bien, si estáis empeñadas en mantener esta relación de pseudo-enemistad en las reuniones, vamos a tener que poner normas. Así no podemos seguir.
Erni estaba cansado. Muy cansado. No sabía por qué seguía empeñándose en poner paz entre esas dos. Y sabía aún menos por qué no cobraba por hacerlo.
-Me parece bien -confirmó Astrea.
-Pues a mí no -protestó Raquel, pegando un trago de su inseparable botella- . Le quitáis la gracia a todo.
-La primera de ellas, no tienes permitido beber durante las reuniones -bufó Astrea, y le quitó la botella. Raquel se levantó a trompicones, y trató de alcanzarla.
-Ni lo sueñes, rubita, de alguna forma hay que aguantarte. ¡Devuélveme eso!
-¡Basta ya! -cortó Erni, que no podría soportar ni una sola discusión más- Astrea, devuélvele la botella. Raquel, haz el favor de mantenerte sobria al menos diez minutos. ¡Y nada de sarcasmos!
Ambas refunfuñaron, pero por lo menos, hicieron caso.
-Regla número uno -señaló Erni- . Tenéis PROHIBIDO hablar de la Segunda República, el Frente Popular o cualquier movimiento mínimamente político entre 1931 y 1940 -Astrea protestó- . Cállate, sabes que R sólo habla de ello para molestarte.
-Ni lo confirmo ni lo desmiento -se burló Raquel, brindando a la nada.
-Regla número dos. Raquel, nada de preguntas respecto al pelo de Astrea y tintes o modelos de peluquería, ¿entendido?
-¡Oh, venga! ¿Nadie más tiene curiosidad?
-Regla número tres. Raquel, te vas a limitar a cinco referencias mitológicas por reunión. Ni una más.
-Espera, eso no hace... -objetó Astrea, pero se mordió la lengua al darse cuenta de lo que estaba a punto de decir. De vez en cuando era sexy.
-¿Cómo dices, oh, Calíope? -sonrió Raquel, burlona- ¿Qué debería cantarte más a menudo?
-Esa ni siquiera la he entendido -mintió Astrea, intentando sonar enfadada- . ¿Sabes qué? Mantén esa norma, me gusta esa norma.
-Regla número cuatro. Continuando a la anterior, R, no tienes permitidas más de tres metáforas acerca del físico de Astry por reunión -y Astrea tuvo de nuevo que morderse la lengua- . A cambio, Astrea no tiene permitidas más de tres respuestas cortantes.
-¿Pero tú sabes lo complicado que va a ser eso? -protestó la rubia, pero calló cuando Erni la fulminó con la mirada.
-Regla número cinco. ¡Nada de mencionar gérmenes delante de Renée! Regla número seis, nada de debates políticos entre vosotras. Acaban siendo muy incómodos de presenciar.
Astrea se puso completamente roja, Raquel rio a carcajadas.
-Y por último, se acabó el subirse a las mesas para dar discursos, LAS DOS. Pero especialmente, R. ¿Ha quedado claro? -ambas mascullaron por lo bajo- Que si ha quedado claro.
-¡Señor, sí, señor! -Raquel se puso firme, Astrea sólo respondió con un seco cabezazo.
-Bien. No quiero más problemas a partir de ahora.
Pero apenas se dio la vuelta, ya habían vuelto a empezar a discutir. Erni suspiró. Un suspiro largo, cansado, exasperado.
No creía que nunca llegara a entender la maldita relación que tenían esas dos.
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(Basado en este post maravilloso:
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Café Van Gogh (Les Miserables AU)
أدب الهواة"Eran nueve. Eran jóvenes, idealistas y brillantes, y querían cambiar el mundo". Astrea ha vuelto a Madrid a cuidar de su hermana, e intentar lograr una sociedad más justa en el proceso. Dorian la ha acompañado con la intención de conocer (y lo que...