¡Te Protegeré Mi Omega! [Omegaverse] Terminada

20 - UNA MAÑANA HOGAREÑA

|La felicidad ganatelo con sinceridad|

🥀🐺🥀

Habían pasado unos cuantos días después de lo sucedido, hoy era uno de esos tantos días alegres como cualquier otro. Young Saeng aquel día llamó a Kyu Jong por la noche para decirle que Hyung Jun se quedaría en su casa por unos días más bajo sus cuidados. A Kyu Jong no le agradó para nada la idea de que su hermano menor pasara un día fuera de casa, siempre él era quien cuidaba y velaba por Hyung Jun, lo pensó muy bien y al final accedió después de escuchar a Young Saeng bastante preocupado a través de la llamada telefónica decirle: que si Hyung Jun no se quedaba cerca de su alfa podría enfermar. Kyu Jong también le refutó diciéndole: "Esta bien, no descuides de mi Baby Jun. Si el primo de tu alfa le hace algo, te juro que le arrancaré la cabeza" Young Saeng sonrió débilmente por lo amenazante que sonó esas palabras por parte de su hermano menor. Kyu Jong podría ser muy amable y cariñoso cuando se lo proponía, pero cuando se trataba de proteger a sus hermanos, él era el número uno en dar la cara y en primera fila para defender a los seres que ama. A Young Saeng realmente no le molestaba que Kyu Jong fuera así, al contrario se sentía sumamente orgulloso que su hermano menor sea tan sobreprotector con ellos.

Hyung Jun bajo las protectoras cobijas de algodón y seda, se negaba a abandonar esa cómoda cama calentita después de que ella la acogiera en sus suaves y acolchadas fibras, pues cayó rendido como un bebé la noche anterior. Además se negaba a salir de la acogedora habitación, simplemente porque no quería encontrarse con el amargado y engreído de Jung Min. Sin embargo, no toda la vida se la iba pasar evadiendo a Jung Min, encerrarse dentro de esas cuatro parades durante todo el santo día no era la solución. Después de todo, ese alfa arrogante dueño de un ego que nadie lo merece y con el carácter más frío que la nieve era su predestinado, odió a su lobo por tener este la razón. La fragancia que desprendía Jung Min, menta y coco le encantaba a su omega y le removía todas las células.
De pereza se levantó de la cama y se dirigió al baño, agradecía internamente a su cuñado Hyun Joong que le haya permitido quedarse y además de que le diera una habitación para el sólo con baño incluido. Así no tendría que salir a importunar el baño de sus hyungs ni mucho menos el de Jung Min.
Llenó la bañera con agua temperada hasta a una temperatura prudente que su cuerpo pudiera soportar, se quitó su pijama de estampaditos de tortuga que le había obsequiado su hermano mayor y se metió a la bañera para disfrutar un baño relajante de burbujas y flores silvestres.

Mientras tanto, en la habitación de a lado un alfa se removía inquieto por toda su cama, no había pegado el ojo en toda la noche, ya que su mente viajaba en la habitación cerca de la suya ó más bien en el omega que se encontraba allí adentro. Pasó por su cabeza en irrumpir en aquella habitación por los pensamientos indecorosos que tenía con respecto al menor, se abofeteo mentalmente por tener esos pensamientos con Hyung Jun, gemiendo el menor de placer debajo de él totalmente desnudo.

"No quiero tener nada que ver con usted"
"¡No me gustas!"
"¡La luna se equivocó!"
"¡Maldito Idiota!"
"¡No vuelvas a acercarte a mi!"
"No eres mi alfa y yo, no soy tu omega" "Olvídate de que existo"
"Me importa una mierda a quien marques"
"Si quieres marca al mismísimo diablo"

Pero aquellas palabras bombardearon su mente de como Hyung Jun las decía de una manera tan fría llena de enojo. Rápidamente apartó esos pensamientos indecorosos que tenía con Hyung Jun, ya que fueron reemplazadas por la cara enojada del omega.

Sonrió como estúpido al recodar la carita enojada de Hyung Jun, realmente no entendía por que se comportaba así con el menor. Dejó su cómoda cama de mala gana y se dirigió al baño, se paró frente al espejo y apoyó sus dos manos en el lavamanos. Vio que su semblante había decaído de un día para otro, tenía unas notorias bolsas negras debajo de sus ojos, parecía como un mapache que no había dormido en días y sus labios estaban resecos por falta de hidratacion. Además de la notoria mancha violeta que yacía en su suave mejilla izquierda.