84 - ¡MI CORAZÓN ESTÁ HERIDO!

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Kim Sang Ho ladeo una sonrisa irónica y dirigió el arma hacia el omega que estaba temblando del susto en un rincón con los ojos llorosos.

— Si me atacas, lo mato a él. — Dijo con una cínica sonrisa. — Ni para ti, ni para mí. — Apretó el gatillo.

— ¡Yo no estaría tan seguro! — Dijo el viejo beta apuntando con su arma la nuca del viejo alfa, llegó justo a tiempo. Él se acercó sigilosamente por detrás al hombre que amenazaba a su hijo, ante la atenta mirada de Hyun Joong que entendió el mensaje. — ¡Suelta el arma! ¡Porque te aseguro que no fallaré el tiro!

El viejo alfa soltó una fuerte carcajada.

— En mis cincuenta y cuatro años de edad, nunca creí que sería amenazado por un simple beta sin oficio y beneficio. — Escupió de manera despreciativa y soltó otra carcajada.

— ¡¡¡Young Saeng!!! — Pegó un grito Hyun Joong y se echó a correr al ver que su amado corría peligro, pues el presidente Kim había disparado el arma.

Después de lo ocurrido transcurrieron exactamente una semana, una semana donde ocurrieron muchas cosas buenas y malas. El presidente Kim fue arrestado ese mismo día por la policía y en unos cuántos días más sería llevado a la suprema Corte de Justicia para ser juzgado por todos los crímenes que cometió. La policía registró el historial delictivo del congresista Kim Sang Ho y encontró a sus cómplices que se escondían en la política, realmente nadie podía confiar en los políticos que juraban sinceramente velar por la nación, la política estaba más que podrida. Cayeron en el mismo costal algunos fiscales, jueces, abogados de renombre y policías corruptos que trabajaban para el hombre. Además, la CIA registró lugares clandestinos que los políticos de renombre solían visitar, eran bares donde se dedicaban a prostituir a omegas menores de edad que cuyo dueño y administrador era el congresista Kim.
La prensa coreana enloqueció tras recibir la impactante noticia que la familia Kim estaban en ruinas y que no tenían la posibilidad de recuperarse, y ser los mismos de antes. Sin embargo, a Hyun Joong si le afectó un poco ya que en éste país juzgan hasta la mosca que trabaja para ti, una semana donde tuvo que evadir a la prensa que no dejaban de perseguirlo por todo lado y acosarlo con estúpidas preguntas relacionadas a su maldita familia. La prensa estaba cien por ciento seguro que él era el cómplice de su propio padre, pues alegaban que nunca se atrevió a delatar a su padre de todo lo que hacia, así que sacaron sus propias conclusiones que él estaba de acuerdo en todo. Asimismo, Jung Min enloqueció de furia al enterarse de los propios labios de Kyu Jong lo que había pasado con su pequeño omega y sus hijos, quería entrar a esa maldita cárcel y hacerle trizas a ese maldito demonio que se encontraba encerrado ahí adentro, pero estaba seguro que no desaprovecharia si se diera la más mínima oportunidad de exterminar a ese maldito alfa, pero por ahora lo dejaría tranquilo. No tenía cabeza para nada, le había afectado en gran manera y dolido la pérdida de sus hijos, nadie podía reemplazar tanto dolor y sufrimiento en muchos años, sus pequeños no tenían culpa alguna y el destino se ensañó hasta con ellos, de unos pobres inocentes sin antes de venir al mundo. Hyung Jun entró en una profunda depresión y dolor por la pérdida de sus bebés, se encerró en su habitación después de salir del hospital, sumido en esas cuatro paredes que eran el testigo de su sufrimiento y lágrimas que salían sin cesar. Ambos estaban sufriendo por la pérdida de sus hijos, aquello afectó a toda la familia que no tenían ánimos para nada.

El menor de los omegas decidió mudarse a un departamento junto a su hermano mayor, la repentina aparición de Kim Kyu Jong dejó impactado a todo mundo y con la boca abierta, Young Saeng se desmayó al ver a su hermano menor vivo y en una sola pieza, hasta Hyun Joong se sorprendió que casi va por el mismo camino de su omega. El mando de líder le pertenecía a él y Hyun Joong no reprochó nada para arrebatarle lo que le pertenece por derecho como lo hizo su padre. La manada de Seúl estaba feliz de tener de regreso a su verdadero líder perdido, por esa parte las cosas marchaban bien, pero, Jung Min y Hyung Jun la estaban pasando mal. Eso fue el verdadero motivo de que el menor se mudara con su hermano a Busan, ya que Jung Min lo buscaba constantemente para hablarle y decirle lo mucho que lo amaba, pues Hyung Jun se había negado a verlo.

— ¡Vete Jung Min! — Gritó el menor desde el interior de la casa de su hermano. — Vete, por favor. — Suplicó con la voz quebrada y deslizó su espalda por la puerta hasta caer al suelo, y rompió en llanto otra vez.

— Bebé por favor, abre la puerta. — Suplicó el alfa con los ojos brillosos. — No importa que no podamos tener hijos, yo quiero seguir contigo... Mi vida sin ti, no vale nada; eres el aire que respiro y la niña de mis ojos. No me abandones por favor, esta vez no lo soportaría, abre la puerta pequeño... ¡Yo te amo! Nunca he amado a alguien con todo el alma como te amo ti... — Dijo con sus lágrimas que resbalaban por su rostro.

Nunca antes había llorado frente a una puerta, esperando a que un omega la abriera. Todo su orgullo se había ido por un tubo, quería de regreso a su pequeño que se escondía de él todo este tiempo. Hyung Jun del otro lado de la puerta seguía llorando sin cesar, mientras su hermano lo abrazaba fuertemente para consolarlo.

— ¿Tú le dijiste donde vivíamos hyung? — Preguntó el menor por lo bajo.

— Junnie, habla con el... Todos los días me pregunta por ti y no ha dejado de buscarte. — Dijo el alfa acariciando los cabellos del menor.

Hyung Jun movió la cabeza de un lado a otro.

— ¡Yooo no puedo! — Rompió en llanto otra vez. — No puedo hacerle eso, soy un omega inservible que nunca podrá darle hijos... No se lo merece. — Escondió su rostro lloroso en el pecho de su hermano mayor.

— Volveré cuántas veces quiera pequeño. Así me rechaces mil veces, volveré por ti, ¿sabes porque? Porque te amo y no me resigno a perderte. — Gritó Jung Min desde afuera.

El omega se aferró con más fuerza en el cuerpo de su hermano mayor, para seguir llorando después de escuchar las palabras sinceras que dijo Jung Min.
Pasó alrededor de una hora y ya no se escucharon más los gritos eufóricos de Jung Min, Kyu Jong fue a buscar un vaso con agua para tranquilizar al menor que no dejaba de llorar. Hyung Jun se levantó del piso y antes de abrir la puerta, pasó su brazo por su rostro para retirar sus lágrimas, que al abrir la puerta, se sorprendió de ver a Jung Min sentado a un lado de la puerta con los brazos sobre sus rodillas y en ella recostado su cabeza.
Caminó hasta él y se acuclilló, su alfa olía a tristeza y dolor, de seguro había pasado llorando un buen rato.

"Minnie hyung, yo también te amo"

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Eso si, me dio penita, )':

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Gracias por haber leído hasta aquí🥀💚
Perdonen si encuentran algún horror ortográfico, ¯\("/)/¯

MelohettaTripleS💚

¡Te Protegeré Mi Omega! [Omegaverse] TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora