¡Te Protegeré Mi Omega! [Omegaverse] Terminada

53 - FEROMONAS DOMINANTES

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— ¿Porqué siento que mi pequeño me necesita? — Jung Min caminaba en círculos por toda su oficina lujosa, quien sabe cuántas vueltas dio por todo el lugar, ya que perdió la cuenta en la vuelta número treinta. Mientras que su alfa chillaba desesperado por la falta de cercanía de su pequeño omega. El lobo negro quería tener de vuelta a su lobo gris como la plata y darle muchos mimos por toda su aterciopelada piel blanquecina y acariciar su bella pancita que seguramente ya se encuentra visible.

El reloj de oro puro que colgaba en uno de los muros de mármol pulido, marcaban las diez y treinta de la noche en Seúl. Jung Min por más que trataba de tranquilizar su nerviosismo y relajar su mente, con nada podía calmar a su alfa melancólico y contristado por la ausencia de su omega. Todo el día había pasado inquieto, nervioso y paranoico que cualquiera de los empleados que se le acercaban salían despavoridos por la feromona amanezante y territorial que desprendía.

Los empleados de Jung Min se cuestionaban entre sí, de porqué el enojo tan desmedido del hombre encerrado en su oficina. Los omegas y betas temían acercarse al alfa enojado, ya que conocían perfectamente el carácter agresivo de su jefe y más aún cuando se encontraba totalmente cabreado. Ya que en el pasado más de una vez el alfa les mandó a la mierda.
Hoy había sido un caos en la empresa de Jung Min, ya que los empleados requerían de su firma, el visto bueno por el nuevo proyecto y que revisara todos los documentos atrasados. Nadie se había atrevido a acercarse a Jung Min, además de que lo oyeron gruñendo amenazante durante todo el santo día.

— Jung Min, ya deja de dar vueltas como si fueras un trompo. — Comentó Lisa que observaba a su amigo desesperado e inquieto. — Estás asustando a todos con tu conducta de alfa dominante.

La única que pudo entrar a aquella oficina perfumada de feromonas dominantes fue la alfa, la amiga incondicional de Jung Min. Lisa observaba detenidamente a su amigo dar vueltas como loco por toda su oficina, mientras sentía que muy pronto moriría de mareos. Bueno, la alfa a dónde quiera que iba siempre la acompañaba su pareja. La pequeña omega miraba sorprendida a Jung Min, ya que la pelinegra siempre se imaginó e ése alfa emparejado con Lisa. Realmente Jennie estaba totalmente sorprendida de que Jung Min estuviera tan desesperado por encontrar a Hyung Jun jamás se imaginó que lo vería así.

— Y tú Hyun Joong, nunca creí que te comportaras de esa manera con Young Saeng. Lo hubiera esperado de Jung Min, ya que él siempre rechazaba a los omegas, pero, ¿de ti? No sé cuando ustedes dos cambiaron los papeles. Recuerdas a la abuela MinHa de Jung Min, ella siempre nos contaba historias bonitas cuando eramos niños. ¿Acaso lo olvidaste alfa tonto? — Lisa gruñó enojada mirando a Hyun Joong, quien se encontraba sentado en uno de los sofás de cuero de aquella oficina.

— ¡Ya déjenme de ver cómo si yo fuera el malo de la película! — Hyun Joong gruñó fastidiado. — Me dolió en el alma todo lo que dije a mi Saengie por culpa del Presidente.

— ¡Ya deja de buscar a un culpable de una puta vez! Y compórtate como un verdadero alfa protector hacia su pareja. — Lisa gritó enojada.

Jung Min se sorprendió por la conducta de su amiga, hasta Hyun Joong saltó del susto por los gritos enojados de su amiga de juegos de la infancia. ¿Dónde quedó la alfa comprensiva y amable? Ambos alfas jamás habían visto a su amiga tan enojada que desprendía feromonas amenazantes. Parece que aquella oficina fuera la concentración de alfas dominantes.

Jennie la única omega que se encontraba ahí, se había mantenido al margen y en completo silencio, ya que no quería correr el riesgo de salir trasquilada. Hyun Joong, Jung Min y Lisa los tres alfas más dominantes y temibles de toda la universidad se encontraban ahí. Discutiendo entre ellos y meterse en medio de seguro sus palabras salían sobrando.