🌹Capítulo 51🌹

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POV Gray.

Después de que las chicas se calmaran, tuvimos que traerlas a Fairy Hills, donde Freed había colocado runas y donde nos turnaríamos para vigilarlas, no queríamos que algo como lo del gremio volviera a ocurrir, si no hubiéramos llegado a tiempo, no quiero pensar lo que hubiera ocurrido. Agradeciendo que Loke se quedó a vigilar a Lucy, quien cayo dormida como todas las demás, pedí la primera guardia, necesitaba sacar este dolor tan enorme que tenía y que sentía que me quería hundir. Había intentado ser fuerte para las tres mujeres más importantes de mi vida; Erza quien era como una hermana mayor, Lucy que era como mi hermanita y Juvia, que era el amor de mi vida. Las primeras dos sufriendo por los papás de sus hijos y la última por Gajeel, aquel al que consideraba su hermano.

Suspiré mirando el cielo, el viejo era un padre para todos nosotros y ese idiota del flamitas un hermano para mí, sentía un enorme vacío en mi pecho por sus muertes y por el estado en el que se encontraban ellas.

—¿Gray-Sama?— Di un respingo al oír la voz de Juvia e inmediatamente me limpie las lágrimas que había comenzado a derramar.

—¿Juvia? Creí que estabas dormida con Levy— La vi sonreír antes de acercarse y sentarse a mi lado.

—Juvia se despertó hace unos momentos. Sabía que Gray-Sama quería estar a solas, pero quería que supiera que no esta sólo y que está bien llorar— Sin poder evitarlo, la jalé en un abrazo que sabía que ambos necesitábamos.

—Gracias por estar conmigo Juvia y por tratar de ser fuerte por mi y por las chicas, sé cuánto te duele lo de Gajeel—

—Lo mismo para usted Gray-Sama, pero Juvia propone que en lugar de tratar ser fuertes, enfrentemos este dolor juntos, sólo así podremos ayudar a ellas y los demás—

Sonreí en el abrazo por su fortaleza, no se que como no vi antes lo increíble que era, agradecía a la vida por ponerla en mi vida y por darle la perseverancia para que nunca se rindiera conmigo. Lloramos en silencio, sirviendo de consuelo para ambos hasta que la hora de cambiar de guardia llegó.

—Gracias por todo Juvia, siento que estamos en un abismo sin luz, pero tenerte conmigo me hace afrontarlo valientemente— Le dije cuando llegamos a su cuarto. Sin previo aviso, la vi separarse de mí, viéndome primero con indecisión y luego con determinación. ­—¿Juvia? —

—Gray-sama yo... no quería decir esto, siento que no es el momento con todo lo que está pasando, pero Polyushka-San dijo que esta noticia, podría ayudarlo a ver la Luz que tanto necesita.— Me dijo agachando la mirada y jugando con la tela de su vestido.

—¿Qué ocurre?— Le dije acercándome a ella y tomando sus manos del vestido.

—Yo... sé que dijimos que nos tomaríamos nuestro tiempo para todo y que lo de la boda la empezamos a organizar más que nada por la insistencia de Levy-San. Yo... no fue mi intensión, pero con todo lo que está pasando, entenderé si crees que —

—Para Juvia para— Le dije poniendo mi mano en su boca, me estaba revolviendo y me sentía un poco confundido. Sabía que el tema era serio, porque en estos meses había aprendido que dejaba su forma habitual de hablar cuando era así. —Ve al punto, estaré contigo sin importar nada, si es por la boda, en realidad no me importaría casarnos antes, o si te preocupa q...—

—¡Estoy embarazada!— Me dijo interrumpiéndome y dejándome en shock. La palabra embarazada resonaba por mi mente, sin darle ningún sentido.

—Lo siento Gray-Sama— Dijo don lágrimas en los ojos, regresándome a la realidad. Ahora entendía todo su parloteo sobre los tiempos, la boda y todo eso. Creía que esa noticia no era de mi agrado, pero que equivocada estaba; Polyushka tenía razón, esta noticia me daba esperanza en medio de todo lo que estábamos viviendo.

—Por Mavis Juvia, esa es la mejor noticia que podrías darme. Seremos papas, no tienes porque disculparte, al contrario, muchas gracias— Le dije estrechándola en mis brazos, me daba un poco de miedo lo que esto implicaba, pero lo dejaría para después, me dejaría llevar por el conocimiento de esta noticia, por la luz que traía a mi vida y nada más.

Después de unas cuantas lágrimas de felicidad y asegurarle que esta noticia, realmente me traía alegría, cenamos y nos acostamos. Cuando estuve seguro de que ella estaba durmiendo, me arrodille unos momentos frente a la cama, velando sus sueños y bajo el resplandor de la noche, le prometí a ella y al fruto de nuestro amor, que los protegería de todo. Con el peligro rodeando a Levy, no podría dejar que ella siguiera siendo su guardiana, así que vería la forma de que nos organizaríamos, para que ella no estuviera en peligro.

Nuestra historia de amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora