POV 3era persona.
Era un bello día en Magnolia, los habitantes que comenzaban sus rutinas cotidianas giraban sus rostros hacia el lugar donde se estaba dando la construcción del gremio más ruidoso de todo Fiore. Todos sonreían al escuchar de nuevo el escándalo habitual y las risas de los miembros de dicho gremio que, desde un par de semanas atrás, habían comenzado la reconstrucción del gremio.
En una casa en el bosque de Magnolia, se escuchaban exclamaciones de alegría.
—Se ha vuelto a mover— Gritó el mago de fuego.
La maga celestial sonrío negando con la cabeza. Cuando él regresó había podido sentir los movimientos de sus hijos, sin embargo, al día siguiente, como si sintieran que el alivió había pasado a ser una molestia por parte de la rubia hacia el peli rosado por no haber confiado en ella respecto a su "misión", los bebés habían permanecido quietos cuando el mago colocaba sus manos en el vientre de ella. Eso había sido hasta hace unos días, cuando después de cientos de intentos, hablándoles, chantajeándolos con técnicas que les enseñaría en un futuro, el mago tuvo la idea de contarles la historia de cómo había conocido a su madre, recibiendo como recompensa, movimientos por parte de ambos bebés, quienes desde entonces, al escuchar su voz o la historia de cualquier aventura del mago, no paraban de moverse, pero de vez en cuando, se detenían, para hacerlo desesperar, por lo que una vez Natsu sintiera los movimientos de sus hijos, sería muy difícil separarlo del vientre de la maga.
—Yo quiero sentir— Dijo Happy entrando veloz al escuchar el grito de mago y colocándose en la cama, de lado de vientre colocando su oreja en el vientre de la maga.
La maga sonrió al verlos de esa forma, pese a que su regreso había sido hace un par semanas, no habían podido estar los tres así. Happy salía mucho con Charle, que después de lo ocurrido, al fin había aceptado abiertamente cuanto le importaba el exceed y cuándo él estaba, Natsu salía a apoyar a los demás miembros con la construcción, dejando a la maga en su cuidado, dado que aún no podía ponerse mucho de pie. Después de unos momentos, comenzó a derramar lágrimas. Habían sido meses difíciles sin verlos, que tenerlos así con ella, le trajo sentimientos encontrados. En esos días, pese a estar rodeada de todos sus espíritus y amigos, su ausencia había calado muy profundo en ella, le recordó a sus días solitarios en la mansión Heartfilia y al año que se habían marchado de entrenamiento. Para ella, ellos habían sido sus primeros amigos, quienes la habían llevado a un lugar donde había encontrado ese sentimiento de hogar, que no había sentido desde la muerte de su madre.
—¿Luce? ¿Qué tienes Lushy?— Preguntaron Natsu y Happy al ver sus lágrimas. Sus rostros tornados de preocupación.
—Nada. Sólo estoy feliz por tener a mi familia reunida— Contestó la maga. Los amigos se miraron entré sí, comunicando su tristeza por haberla dejado tanto tiempo sola. En una ocasión, en la que siempre invadían la privacidad de la maga, habían alcanzado a leer una de sus cartas, dónde hablaba de como se había sentido sin ellos. A partir de ahí, ellos se habían prometido evitar que ella se volviera a sentir de esa forma, sin embargo, habían roto esa promesa. Sin más, se acercaron a abrazarla.
—Perdónanos Lushy— Dijo Happy, con lagrimas en los ojos.
—No, era por el bien de todos— Dijo la maga.
—Pero no volverá a suceder— Respondió el mago. —No me iré sin ti a ninguna parte por mucho tiempo—
—Pero ahora, tienes que ir a ayudar en el gremio— Comentó la maga, limpiándose las lágrimas.
La maga y el exceed sonrieron para sí, esperando las quejas del mago. Pese a que eran por unas horas, aún le resultaba difícil separarse de la maga e incluso sería peor, porque había sentido los movimientos de los mellizos. Sin embargo, el mago siguió observando con seriedad a la rubia, quien, al verlo, suspiró.
—Lo se Nats. Juntos siempre ¿cierto? —
El mago sonrió y le dio un beso en el vientre y otro en la frente antes de salir de ahí.
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En la construcción del gremio.
Se podían ver a magos dando últimos detalles a lo que sería la nueva sede de su gremio. Todos se encontraban divertidos, pues el mago más serio de Fairy Tail, no había parado de mostrar signos de pánico y dramatismo por todo lo que hacia su esposa.
—Mira, yo llevo eso— Se escucho el grito del mago de rayo, que paso quitándole unas cajas a la maga de peli blanca, que suspiro con pesadez.
—¡No necesitabas llevarlas, eran para Erza! — Gritó la maga, deteniendo la desaparición del mago hacia las nuevas puertas del gremio.
El mago iba a desaparecer, en dirección donde se encontraba la maga de reequip, junto a las demás chicas chicas, pero la maga lo detuvo fingiendo dolor en el vientre.
—¡MIRA! ¿Qué ocurre? — Pregunto al verla sostener su vientre con un rostro de dolor.
—Nada, sólo que esas son cosas para la boda que será mañana, así que deja que las lleve y tranquilízate— Dijo la maga con una sonrisa, que hizo tragar saliva al mago. Si algo había aprendido durante estas semanas, era que era mejor no molestar a su esposa.
—Yo... mmm, no quiero que te sobre esfuerces, puede ser peligro para ella— Dijo Laxus, haciendo sonreír a la maga de nuevo, pero esta vez de ternura. No había visto en todos los años ese lado del mago y, no sólo esa faceta que mostraba ante todos, que ya era sorprendente, sino la forma en la que no dejaba de mostrarse atento y cariñoso cuando estaban a solas.
—Serás un gran padre Laxus, me alegra que te preocupes, pero he cargado cosas así en estos meses, eres incluso más exagerado que Bixlow— Respondió la maga, arrepintiéndose al instante de ver el rostro de su esposo, quien sintió como una bofetada el recordatorio de haberla dejado experimentar los primeros meses del embarazo sola.
—No lo dije con esa intensión, sólo que... tienes que relajarte un poco ¿sí? — Le dijo, acariciándole el rostro, aprovechando que todos habían desviado su atención de ellos al ver la primera sonrisa que le había le había dado al mago de rayo.
—Lo sé, pero no me perdonaré el haberlas dejado solas, pero tienes razón. Iré a ver que harán los chicos esta noche, para la despedida de solteros— Dijo con una sonrisa hacia la maga. Ambos dirigieron su mirada hacia donde se encontraban los chicos armando una nueva pelea.
—Espero que controlen un poco esos instintos mañana en la boda— Dijo la maga, antes de caminar hacia Erza.
Fin del capítulo.
Perdón por la tardanza, las cosas han estado complicadas con la escuela. Esperó les hallá gustado.
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Nuestra historia de amor.
RomantizmNatsu y lucy comienzan a darse cuenta que sus sentimientos no son los de simples nakamas, pero su miedo a destruir su vínculo de amistad es uno de los obstáculos que tendrán que sobrepasar. Fairy tail no es de mi propiedad, todos los personajes pert...