POV 3era persona.
Los magos de Fairy Tail, pusieron a las chicas detrás de ellos. Erza estaba intentando resistirse, pero Gray estaba impidiéndoselo, dentro de su semi lucha, el jadeo de sus compañeros los hizo detenerse. Al mirar hacia el frente, se quedaron mudos.
Los tres dragón slayers y Jellal se encontraban frente a ellos, con sus caras pasando del horror al alivió y detrás de ellos, se encontraban Gildarts con el maestro, Mest, Wendy, Cana y los exceeds.
Sin previo aviso, todos se lanzaron a abrazar a su amigos, con excepción de Mira, Elfman Lisanna, Sting, Juvia. Levy, Erza y Gray, ya que aún se encontraban un poco en shock.
De un momento a otro, las celebraciones se vieron interrumpidas cuando una mancha azul paso a toda prisa de los escombros del gremio hacia los dragón slayers.
—Gajeel baka. baka, baka— Dijo Levy, con las lágrimas derramándose sin control de sus ojos y pegándole en el pecho al dragón Slayer de hierro, quien después de unos momentos, le tomo las manos y la abrazo al pecho, con lágrimas también derramándose de sus ojos, sorprendiendo a todos sus compañeros, que jamás lo habían visto hacerlo.
—Perdóname enana— Le contesto él. —Perdóname por lo que te he hecho pasar, pero todo fue por ustedes— La maga de escritura, dejo de intentar golpearlo y se aferro a él, agradeciendo a los cielos por habérselo devuelto sano y salvo.
El momento emotivo, fue seguido casi inmediatamente por Jellal, quien se acerco a Erza y la enredo en su brazos, pidiéndole perdón al oído por no haber estado presente en los últimos meses y en el nacimiento de su bebé. La maga pelirroja no respondió, simplemente se entregó al abrazo, enterrando su rostro entre el espacio del cuello y hombro del mago de cuerpos celestiales.
Los magos del gremio se quedaron viendo ambas escenas con sonrisas en sus rostros. El ambiente se estaba volviendo cada vez más cálido, Lily se había unido al abrazo de Gajeel y Levy, pero los otros dragón slayers comenzaban a ponerse ansiosos.
Laxus porque Mira no lo estaba viendo directamente a él, sino que al suelo, además de que únicamente podía ver su rostro, ya que su cuerpo estaba tapado detrás del del Efma, Lisanna y Sting.
Natsu por otro lado, no vislumbraba a su rubia compañera, había pasado su mirada por todo el lugar y no la había encontrado, así que su preocupación estaba alcanzado niveles mayores, fue peor, cuando al preguntar, sus compañeros dejaron de sonreír, poniendo caras tristes. Él dragón Slayer de fuego, comenzó a imaginarse lo peor, pero sus compañeros únicamente pusieron esas caras al pensar en el estado del embarazo de su compañero.
Vislumbrando a Gray detrás de la multitud, el peli rosa se encamino hacia él y tomándolo de la camisa le gritó:
—¿Dónde está ella? Te la encargue ¿por qué no está aquí?— Gray sintió ira repentina por todo su cuerpo. Era un alivio que sus compañeros estuvieran con vida, pero sintió ira crecer en él, no sabía por lo que habían pasado, pero él creía que debieron llamar o algo, pensó en todos los meses que había visto a sus amigas llorar, perder la sonrisa y brillo de sus ojos, en las consecuencias que había tenido en el embarazo de su amiga la noticia de hace un par de días, así que lo lanzó de un golpe lejos de ahí. Iba a encaminarse hacia él, pero Juvia lo detuvo.
—Gray sama, por favor, no es el momento— Le dijo la maga de agua.
—Natsu, detente— Gritó Gildarts, al ver que prendía sus puños.
—Gray, o alguien, si nos pueden decir, dónde está Lucy por favor— Dijo el maestro.
—Lucy se encuentra en su casa y está bien dentro de lo que cabe— Contesto Macao, ante ello, el dragón Slayer de fuego se relajó un poco, estaba ansioso por verla, explicarle todo, pero Gildarts, por orden del maestro, lo retuvo.
—Antes que cualquier otra cosa, creo que ambas partes necesitamos una explicación de lo que ocurrió en estos meses, pero también queremos disculparnos por haberlos abandonado todo este tiempo, les contaremos todo— Dijo el maestro. Iba a continuar hablando, pero el sonido de la voz de su nieto llamando a Mira, lo detuvo.
Todos en el gremio prestaron atención, el dragón Slayer de rayo no sabía del embarazo de su compañero e imaginaban lo que podría estar pasando por su mente. Sin embargo el mago, estaba extrañado, sentía un aroma raro en ella, no era el mismo que hace meses. Eso y su actitud lo estaban preocupando.
—Tu puedes Mira-nee. Él estará feliz— Escuchó que le dijo Lisanna a su esposa y sin poder aguantar más, se encamino hacia ella, quien al verlo caminar hacia ella, sintió un revoltijo de emociones, no sabía cómo iba a sentirse, quiso correr hacia él, pero quería decírselo, que saliera de sus labios.
—Espera Laxus— Lo detuvo. —Yo... tengo algo que quiero decirte... pensé que no iba a volver a verte, me sentía triste, pero esta noticia me hizo seguir adelante, me daba esperanza de que algún día tu volverías. Hace un par de días, cuando nos dijeron que estaban muertos, quería morir también, pero sus movimientos me dieron fuerzas— Siguió diciendo, confundiendo al mago, quien iba a hablar, pero ella lo volvió a interrumpir, haciendo a un lado a Elfman, provocando que todos viera su vientre de seis meses de embarazo, sorprendiendo a los recién llegados y a él.
—Seremos papás... lo descubrí unas semanas después de que te fuiste— Terminó de decir la maga. El maestro lanzó una mirada acusatoria a Cana y Wendy, quienes simplemente sonrieron a modo de disculpa. El dragón Slayer de rayo, tardó un minuto en asimilar la noticia, antes de correr hacia la maga y tomarla en brazos.
—Oh Mira, lo siento tanto, lamento haberte dejado vivir sola este proceso. Te prometo que no te abandonaré en todo lo que falta, gracias por esto, enserio.— Dijo el mago, la maga lloró en su pecho.
—Gracias a ti, por estar vivo— Le contestó.
Todos sonrieron, con excepción del dragón Slayer de fuego, que lo único que quería era salir corriendo de ahí, pero que no podía debido al agarre de Gildarts. Happy se quedó como apoyo para él, pero también quería ver a la maga rubia.
Posterior a unos abrazos más, todos se sentaron en un espacio libre del gremio y el maestro comenzó con la historia de todo lo ocurrido en los meses.
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En una casa de cabaña, en el bosque de Magnolia,la rubia sonrió en sus sueños, una calidez la había comenzado a envolver desdesu vínculo hasta todo su cuerpo.
Fin del capítulo.
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Nuestra historia de amor.
Storie d'amoreNatsu y lucy comienzan a darse cuenta que sus sentimientos no son los de simples nakamas, pero su miedo a destruir su vínculo de amistad es uno de los obstáculos que tendrán que sobrepasar. Fairy tail no es de mi propiedad, todos los personajes pert...