𝒞𝓊𝒶𝓉𝓇𝑜

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𝔐𝔬𝔬𝔡𝔶

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𝔐𝔬𝔬𝔡𝔶

Omnisciente

Finalmente había llegado el jueves. Gryffindor y Slytherin, estaban en el salón de Defensa Contra las Artes Oscuras. A algunos se los notaba nerviosos, a otros curiosos y a otros emocionados. Y no era para menos. Después de todo, nunca imaginaron que Alastor Moody les daría clases.

Cuando se sentaron en sus lugares, todos sacaron sus libros

—Ya pueden guardar los libros —gruñó, caminando ruidosamente hacia la mesa y sentándose tras ella—. No los necesitarán para nada

Volvieron a meter los libros en las mochilas. Ron estaba emocionado

Moody sacó una lista, sacudió la cabeza para apartarse la larga mata de pelo gris del rostro, desfigurado y lleno de cicatrices, y comenzó a pronunciar los nombres, recorriendo la lista con su ojo normal mientras el ojo mágico giraba para fijarse en cada estudiante conforme respondía a su nombre

—Bien —dijo cuando el último de la lista hubo contestado "presente"—. He recibido una carta del profesor Lupin a propósito de esta clase. Parece que ya son bastante diestros en enfrentamientos con criaturas tenebrosas. Han estudiado los boggarts, los gorros rojos, los hinkypunks, los grindylows, los kappas y los hombres lobo, ¿no es eso?

Hubo un murmullo general de asentimiento

—Pero están atrasados, muy atrasados, en lo que se refiere a enfrentarse a maldiciones —prosiguió Moody—. Así que he venido para prepararlos contra lo que unos magos pueden hacerles a otros. Dispongo de un curso para enseñarles a tratar con las mal...

—¿Por qué, no se va a quedar más? —dejó escapar Ron

El ojo mágico de Moody giró para mirarlo. Ron se asustó, pero al cabo de un rato Moody sonrió

—Supongo que tú eres hijo de Arthur Weasley, ¿no? —dijo Moody—. Hace unos días tu padre me sacó de un buen aprieto... Sí, sólo me quedaré este curso. Es un favor que le hago a Dumbledore: un curso y vuelvo a mi retiro

Soltó una risa estridente, y luego dio una palmada con sus nudosas manos

—Así que... vamos a ello. Maldiciones. Varían mucho en forma y en gravedad. Según el Ministerio de Magia, yo debería enseñarles las contramaldiciones y dejarlo en eso. No tendrían que aprender cómo son las maldiciones imperdonables hasta que estén en sexto. Se supone que hasta entonces no serán lo bastante mayores para tratar el tema. Pero el profesor Dumbledore tiene mejor opinión de ustedes y piensa que podrán resistirlo, y yo creo que, cuanto antes sepan a que se enfrentarán, mejor. ¿Cómo pueden defenderse de algo que no han visto nunca? Un mago que esté a punto de echarles una maldición imperdonable no va a avisarles antes. No es probable que se comporte de forma caballerosa. Tienen que estar preparados. Tienen que estar alerta y vigilantes. Y usted, señorita Brown, tiene que guardar eso cuando yo estoy hablando

𝒟𝒶𝓀𝑜𝓉𝒶//𝒟𝓇𝒶𝒸𝑜 ℳ𝒶𝓁𝒻𝑜𝓎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora