𝒟𝒶𝓀𝑜𝓉𝒶//𝒟𝓇𝒶𝒸𝑜 ℳ𝒶𝓁𝒻𝑜𝓎

𝒮𝑒𝓈𝑒𝓃𝓉𝒶 𝓎 𝒸𝒾𝓃𝒸𝑜

ℑ 𝔪𝔦𝔰𝔰 𝔥𝔦𝔪

Omnisciente

Dakota se puso un vestido rojo que tenía un cinturón negro con un pequeño moño en la cintura, unos tacones negros, una gargantilla negra, cuatro anillos de oro, dos en cada mano y en los dedos de en medio y los índices, eran anillo sencillos y los usaba todos los días y se maquilló prácticamente como siempre.

Ella y Hermione se encontraron con sus respectivas parejas y después los cuatro se dirigieron al lugar

(...)

—Y después de Nueva York, fuimos a Vancouver, Canadá. Debo admitir que fue raro y algo aburrido. Después de todo, nos estábamos haciendo pasar por muggles, que son tan aburridos como las clases con el profesor Binns. Como sea, la ropa de diseñadores muggles es algo rara, pero esta... aceptable. Por lo que en Nueva York compramos demasiada. Cuestan lo mismo que las cervezas de mantequilla —le decía Henry a Dakota

La chica asentía con la cabeza, aburrida. Mientras se encargaba de que Henry no llevará sus manos ni muy al norte ni muy al sur

"Además de no conocer el espacio personal, tampoco conoce el respeto" pensó Dakota, fastidiada.

—Quiero enseñarte algo, ven

Ambos comenzaron a caminar. Henry tenía su mano en la espalda de la chica. Dakota dobló sus rodillas para, al agacharse, evitar que las manos del chico fueran muy al sur.

—¿Que querías enseñarme? —le preguntó la pelirroja, aburrida, cuando Henry detuvo el paso

El chico volteó hacia arriba. Dakota imitó su acción y vio el muérdago arriba de ellos

"Eso no va a pasar. Prefiero a Voldemort" pensó la chica.

Henry cerró los ojos y se acercó a la chica. Dakota retrocedía, pero Henry cada vez estaba más cerca. Cuando chocó contra la pared, y Henry estuvo a unos centímetros de ella, Dakota se agachó un poco y se fue.

—¡Hermione!

—¡Dakota!

Dijeron las dos cuando se vieron. Ambas se acercaron y se tomaron de las manos mientras veían a los lados para asegurarse de que sus parejas no vinieran.

—¿Que paso? —dijeron a la vez

—Deje a Cormac bajo el muérdago

—Deje a Henry bajo el muérdago

Dijeron a la vez

—¿Tu también? —dijeron a la vez—. Si.

—Ven, por aquí —le dijo Hermione.

(...)

—¡Dakota! ¡Dakota!

La chica se volteó y soltó un suspiro de alivio