𝒮𝑒𝓈𝑒𝓃𝓉𝒶 𝓎 𝓉𝓇𝑒𝓈

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Omnisciente

Al día siguiente trasladaron a Katie a San Mungo. A esas alturas la noticia de que le habían echado una maldición se había extendido por todo el colegio, aunque los detalles eran confusos y parecía que nadie, excepto Harry, Ron, Dakota, Hermione y Leanne, se había enterado de que Katie no era la destinataria del ataque.

—Sólo lo sabemos nosotros y Malfoy —insistía Harry a sus tres amigos, que seguían con su nueva política de fingir sordera cada vez que él mencionaba su teoría de que Malfoy era un mortífago.

El lunes por la noche, Harry asistió a su cita con Dumbledore.

A primera hora del día siguiente, tuvieron clase de Herbología. Durante el desayuno Harry no pudo contarles a Ron, Dakota y Hermione en qué había consistido su clase con Dumbledore por miedo a que alguien los oyera, pero lo hizo mientras atravesaban el huerto, camino de los invernaderos. El fuerte viento del fin de semana había dejado de soplar por fin, aunque se había instalado de nuevo aquella extraña neblina, de modo que tardaron un poco más de lo habitual en dar con el invernadero que buscaban.

Durante el camino, Dakota se había atado el cabello en una cola despeinada. Esto para evitar que su cabello tocara alguna de las plantas.

—¡Uf, qué miedo debía de dar el joven Quien-tú-sabes! —dijo Ron en voz baja mientras se sentaban alrededor de una de las retorcidas cepas de snargaluff, el objeto de estudio de ese trimestre, y se enfundaban los guantes protectores—. Pero lo que sigo sin entender es por qué Dumbledore te enseña todo eso. Ya sé que es muy interesante y demás, pero ¿para qué sirve?

—No lo sé —admitió Harry—. Pero, según él, es muy importante y me ayudará a sobrevivir. —Se puso un protector de dentadura.

—Yo lo encuentro fascinante —opinó Hermione

—Si, y yo —concordó Dakota, para después ponerse el protector de dentadura—. Es fundamental reunir el máximo de información acerca de Voldemort. Si no, ¿de qué otro modo podrías descubrir sus debilidades?

—¿Qué tal estuvo la última fiesta de Slughorn?—les preguntó Harry con voz pastosa a causa del protector, al igual que Dakota.

—¡Ah, pues muy divertida! —contestó Hermione mientras se ponía las gafas protectoras—. Se pasa un poco hablándonos de ex alumnos famosos y adula demasiado a McLaggen porque conoce a mucha gente influyente, pero nos ofreció una comida deliciosa

—Si. Oh, y nos presentó a Gwenog Jones —dijo Dakota.

—¿Gwenog Jones? —preguntó Ron abriendo mucho los ojos tras sus gafas—. ¿La famosa Gwenog Jones? ¿La capitana del Holyhead Harpies?

𝒟𝒶𝓀𝑜𝓉𝒶//𝒟𝓇𝒶𝒸𝑜 ℳ𝒶𝓁𝒻𝑜𝓎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora