𝒟𝒶𝓀𝑜𝓉𝒶//𝒟𝓇𝒶𝒸𝑜 ℳ𝒶𝓁𝒻𝑜𝓎

𝒞𝒾𝑒𝓃

𝔗𝔥𝔢 𝔐𝔞𝔩𝔣𝔬𝔶'𝔰

Omnisciente

Dakota corría con su varita en mano, sabia que la estaban persiguiendo. Y que a sus amigos también. La pelirroja saltó un tronco y continuó. Cuando escuchó que se le acercaban, sin voltearse del todo, apuntó su varita hacia atrás, al suelo. Escuchó una explosión y supo que había logrado lo que quería.

La chica llegó a un claro vacío. Se detuvo de golpe cuando vio a su mejor amiga. Hermione llegó a su lado, y se sujetó de su brazo. Dakota puso su mano encima de la que Hermione tenía en su brazo. Ambas miraban a su alrededor, sin saber hacia donde correrlo. Podrían venir en cualquier dirección. De pronto, escucharon unas ramas, se voltearon. Era Harry. Volvieron a escuchar el crujido de ramas, ésta vez proviniendo del otro lado. Ambas supieron que eran aquellos sujetos. Dakota apuntó su varita hacia Harry, a la vez que Ron llegaba adonde ellos estaban.

Hubo un estallido, un destello de luz blanca, y el muchacho se dobló por la cintura, dolorido y cegado. Al llevarse las manos a la cara, notó que ésta se le hinchaba rápidamente, al mismo tiempo que unos pasos pesados lo rodeaban.

—¡Levántate, desgraciado!

Unas manos lo arrastraron con rudeza por el suelo y, antes de que pudiera defenderse, alguien le registró los bolsillos y le quitó la varita de endrino.

A Dakota le quitaron su varita de arce rojo, y los arrastraron a los cuatro.

—¡Suéltelas! —gritó Ron. Y de inmediato se oyó el sonido de un puñetazo; Ron gruñó de dolor y Hermione chilló:

—¡No! ¡Déjenlo! ¡Déjenlo!

—A tu novio le va a pasar algo mucho peor si está en mi lista —le advirtió aquella voz bronca, horriblemente familiar—. ¿El deforme es tu novio? —le dijo a Hermione, para después voltearse hacia Dakota—. Vaya muchacha tan deliciosa...Qué maravilla...Me encanta la piel tan suave... —dijo mientras pasaba su dedo por el cuello de la pelirroja.