𝒟𝒶𝓀𝑜𝓉𝒶//𝒟𝓇𝒶𝒸𝑜 ℳ𝒶𝓁𝒻𝑜𝓎

𝒞𝒾𝑒𝓃𝓉𝑜 𝒹𝒾𝑒𝒸𝒾𝓈𝑒𝒾𝓈

ℭ𝔥𝔯𝔦𝔰𝔱𝔪𝔞𝔰 𝔴𝔦𝔱𝔥 𝔱𝔥𝔢 𝔚𝔢𝔞𝔰𝔩𝔢𝔶'𝔰

Omnisciente

Hermione y Dakota, habían decidió regresar a cursar su último año en Hogwarts para presentar los EXTASIS. Kingsley, le había dado la opción a Dakota de iniciar como auror, ya que la chica lo había ayudado a capturar a los mortífagos fugitivos durante el verano, pero la pelirroja decidió regresar. Hogwarts también era su hogar, y ella sentía que merecía despedirse dignamente de aquel lugar en el que había vivido tantas cosas con sus mejores amigos y se había enamorado. Además, no soportaba la idea de estar alejada de Hermione.

Pero, ahora mismo, ella, Hermione y Ginny, regresaban para las acciones de Navidad. Hermione y Dakota estaban solas en su compartimiento. Cuando el tren se detuvo, Hermione ayudó a su amiga con sus cosas.

—No hace falta, Hermione. Ya estoy bien —le dijo la pelirroja.

—Shhh. No me discutas.

—Pero...

—¡Dakota Bee Rose! ¡Te dije que te voy a ayudar, y que no me discutas!

—Si sabes que eso solo funciona con Harry y Ron, ¿verdad?

—Tenía que intentarlo —dijo Hermione, encogiéndose de hombros, mientras Dakota se colgaba su pequeña mochila roja—. Pero aún así lo haré.

Hermione levantó su baúl y el de su amiga con un hechizo y se dirigieron a la salida del tren.

—¿Donde estarán? —dijo Dakota, mientras miraban a su alrededor.

—Allá —dijo Hermione, señalando con la cabeza.

Dakota volteó. Su madre, los Weasley, los padres de Hermione y Draco, las esperaban.

Ambas compartieron una mirada, sonrieron y comenzaron a acercarse.

Harry extendió los brazos hacia sus amigas. Dakota se acercó corriendo, paso por debajo del brazo del chico y abrazó a Draco.

La chica pasó sus brazos por el cuello del chico y él por su cintura. Debido a la diferencia de altura, la levantó unos centímetros del suelo.

—Me hieres, Dakota —le dijo Harry.

Dakota sonrió al sentir como el rubio sonreía contra su cuello.

—Te extrañé demasiado, zanahoria —le susurró Draco.

—Y yo a ti, hurón albino.