𝒞𝒾𝓃𝒸𝓊𝑒𝓃𝓉𝒶 𝓎 𝓈𝑒𝒾𝓈

1.9K 115 8
                                    

𝔐𝔞𝔩𝔣𝔬𝔶

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

𝔐𝔞𝔩𝔣𝔬𝔶

Omnisciente

Ya habían pasado unas semanas, Habrían sido unas felices y tranquilas vacaciones de no ser por las historias de desapariciones, extraños accidentes e incluso muertes que aparecían casi a diario en El Profeta. A veces, Bill, Mer y el señor Weasley explicaban en casa las noticias antes de que éstas salieran en los periódicos. La señora Weasley lamentó mucho que las celebraciones del decimosexto cumpleaños de Harry quedaran deslucidas por las truculentas nuevas con que se presentó en la fiesta Remus Lupin, a quien se lo veía delgado y deprimido; además, le habían salido muchas canas y llevaba la ropa más raída y remendada que nunca.

—Se han producido otros dos ataques de dementores —anunció Lupin mientras la señora Weasley le servía un suculento trozo de pastel de cumpleaños—. Y han encontrado el cadáver de Igor Karkarov en una choza, en el norte; los asesinos dejaron la Marca Tenebrosa.

—La verdad es que me sorprende que Karkarov siguiera con vida un año después de haber abandonado a los mortífagos; si no recuerdo mal, Regulus, el hermano de Sirius, sólo sobrevivió unos días —dijo Mer

—Ya —dijo la señora Weasley arrugando el entrecejo—. ¿Qué les parece si hablamos de otra...?

—¿Se enteraaeon de lo de Florean Fortescue? —les preguntó Bill a Mer y Remus, mientras Fleur no paraba de servir vino—. El dueño de la...

—...¿heladería del callejón Diagon? —terció Harry, sintiendo una desagradable sensación de vacío en el estómago—. Siempre me regalaba helados. ¿Qué le ha pasado?

—Tal como ha quedado la tienda, parece que se lo han llevado.

—¿Por qué? —preguntó Ron mientras la señora Weasley fulminaba a su hijo Bill con la mirada.

—Quién sabe. Debió de hacer algo que les molestó. Florean era un buen hombre.

—Hablando del callejón Diagon —intervino Arthur Weasley—, por lo visto el señor Ollivander también ha desaparecido.

—¿El fabricante de varitas mágicas? —preguntó Hermione, asustada.

—Exacto. Su tienda está vacía, pero no se ven señales de violencia. Nadie sabe si Ollivander se ha marchado voluntariamente o si lo han secuestrado.

—¿Y las varitas? ¿Dónde las comprará ahora la gente?

—Tendrán que comprárselas a otros fabricantes —contestó Lupin—. Pero Ollivander era el mejor, y no nos beneficia nada que lo retenga el otro bando.

Al día siguiente de esa lúgubre merienda de cumpleaños, llegaron de Hogwarts las cartas y listas de libros para los muchachos. La carta dirigida a Harry incluía una sorpresa: lo habían elegido capitán de su equipo de quidditch.

𝒟𝒶𝓀𝑜𝓉𝒶//𝒟𝓇𝒶𝒸𝑜 ℳ𝒶𝓁𝒻𝑜𝓎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora