𝒯𝓇𝑒𝒾𝓃𝓉𝒶 𝓎 𝒹𝑜𝓈

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𝔇𝔦𝔰𝔞𝔭𝔭𝔬𝔦𝔫𝔱𝔢𝔡

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Omnisciente

Ya habían pasado dos semanas. Resultaba casi imposible escoger una noche a la semana para las reuniones del ED, porque tenían que adaptarse a los horario de entrenamientos de tres equipos de quidditch, que muchas veces se modificaban debido a las adversas condiciones climáticas.

Hermione y Dakota no tardaron en idear un método muy ingenioso para comunicar la fecha y la hora de la siguiente reunión a los miembros del ED por si había que cambiarlas en el último momento, porque habría resultado sospechoso que los estudiantes de diferentes casas cruzaran el Gran Comedor para hablar entre ellos demasiado a menudo. Dakota entregó a cada uno de los miembros del ED un galeón falso (Ron se emocionó mucho cuando vio por primera vez el cesto, convencido de que estaba regalando oro de verdad).

—¿Ven los números que hay alrededor del borde de las monedas? —dijo Dakota mostrándoles una para que la examinaran al final de su cuarta reunión. La moneda, gruesa y amarilla, reflejaba la luz de las antorchas—. En los galeones auténticos no son más que un número de serie que se refiere al duende que acuñó la moneda. En estas monedas falsas, sin embargo, los números cambiarán para indicar la fecha y la hora de la siguiente reunión. Las monedas se calentarán cuando cambie la fecha, de modo que si las llevan en un bolsillo lo notaran. Tomaremos una cada uno, y cuando Harry decida la fecha de la siguiente reunión, él modificará los números de su moneda, y los de las demás también cambiarán para imitar los de la de Harry porque Hermione y yo les hicimos un encantamiento proteico. —Las palabras de Dakota fueron recibidas con un silencio sepulcral. Ella observó a sus compañeros, que la miraban desconcertados—. No sé, me pareció buena idea —balbuceó—. Porque aunque la profesora Umbridge nos ordenara vaciar nuestros bolsillos, no hay nada sospechoso en llevar un galeón, ¿no? Pero...bueno, si no quieren utilizarlas...

—¿Saben hacer un encantamiento proteico? —le preguntó Terry Boot.

—Sí —le dijo la pelirroja

—Pero si eso...eso corresponde al nivel de ÉXTASIS —comentó con un hilo de voz.

—Si —repuso Dakota intentando parecer modesta—. Si... bueno...sí, supongo que sí

Ella y Hermione compartieron una pequeña sonrisa

—¿Por qué no las pusieron en Ravenclaw? —inquirió Ron mirando a las dos chicas maravillado—. ¡Con el cerebro que tienen!...

—Verás, el Sombrero Seleccionador estuvo a punto de mandarnos a Ravenclaw —contestó Dakota alegremente—, pero al final se decidió por Gryffindor. Bueno, ¿qué dicen? ¿Quieren usar los galeones?

Hubo un murmullo de aprobación general, y los compañeros se acercaron al cesto para coger su moneda. Harry miró de reojo a sus dos amigas

—¿Saben a qué me recuerda esto?

𝒟𝒶𝓀𝑜𝓉𝒶//𝒟𝓇𝒶𝒸𝑜 ℳ𝒶𝓁𝒻𝑜𝓎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora