PRIMER DÍA EN EL TALLER

1.5K 157 47
                                    

Ya estaba amaneciendo cuando Yun oyó un golpe que lo levanto de su cama de un salto. Era Armando, estaba algo enfadado ya que se hacía tarde para ir a trabajar.

N:– Vamos chaval que vamos a llegar tarde...

Cómo pudo, Yun se vistió rápidamente para ir al taller.
El viaje se hizo algo incómodo para el chino ya que Armando no le daba tema de conversación. Después de un silencioso transcurso llegaron al taller, todas las miradas de los mecánicos se centraron en el chino y en su pelo rojo, Jorge se quejó, ya que la semana pasada Armando le hizo quitarse el precioso tinte color azul que se puso.

J:– Armando, ¿Has visto eso? Lleva el pelo rojo...

N:– Cierra la boca y ponte a trabajar.

Otros mecánicos también se quejaron, como Anacleto.

A:– Seguro será la "amiguita" del jefe.

Y:– ¿Qué has dicho gilipolla? A que te palto la cala.

N:– Basta y poneros a trabajar.

Llegaron a la oficina de Armando tras tener esa desagradable conversación con algunos mecánicos.

N:– Bien. Te encargaras de la compraventa de coches. No quiero oír ninguna queja ni una pelea con el resto de mecánicos, si no ya lo sabes, te irás a la calle.

Y:– De acueldo Nadando, pelo pol lo que he visto son muy desagladables, a la plimera que suelten algún comentalio no lespondo pol mis actos.

N:– Está bien, pero aquí no me puedes llamar Nadando, aquí soy Armando, que no se te olvide que esto nos puede costar muy caro.

Después de esto Armando le entregó su uniforme rojo para que se cambiara y a continuación empezará a trabajar.

La mañana fue normal, hasta que, pasaron algunos mecánicos cerca del chino y soltaron comentarios ofensivos para atacarlo, a lo que Yun simplemente respondió.

Y:– Jajajajajaja, a mí no me halia tanta glacia leilme de un mecánico, y menos si es un supeliol.

A lo que los mecánicos solo callaron y se fueron enfadados.
El chino no era el mejor trabajador, ya que tenía poca paciencia con sus clientes, pero, al fin y al cabo Nadando lo tenía controlado, que era lo que importaba.
La jornada acabó y ya era hora de volver a casa, en el taller ya no quedaba nadie, solo Yun y Armando.

N:–Y cuéntame, ¿Cómo fue tu infancia?

Y:–Eso no es ploblema tuyo.

N:– Vamos, solo quiero llevarme bien contigo ya que vamos a tener que convivir.

Y:–Peldon Nadando.

N:– Armando...

Y:– Eso es, lo que pasa es que no quielo hablal soble mi vida, y menos soble mi infancia.

N:–Esta bien, no me cuentes si no quieres.

Volvieron a casa y allí se encontraba Calavera, esperándolos, rato más tarde llegó Macaco, los reunió a todos porque ya tenían los recursos para dar el primer golpe y de paso poner a prueba a Yun, al día siguiente, cuando anocheciera, iban a secuestrar a un policía para así continuar con su plan de hacer sufrir a Conway.

Ya era de noche, quedaban menos de 24 horas para dar el gran paso, Yun no podía dormir, es cierto que tenía experiencia en mafias, armas y drogas pero, solo había matado a una persona en su vida, y fue por un golpe de ira, había de reconocer, que estaba asustado, pero quería hacerlo, ya que tiene un odio muy grande hacia la policía debido a cosas que sucedieron en su pasado.

YUNANDO: La PromesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora