YUNANDO: La Promesa

NUEVOS INTEGRANTES

La mañana siguiente, estaban todos listos para entrar a trabajar al taller.
Nadando no había dormido, después de estar toda la noche en el norte con chino, pero tenía que ir a trabajar, era el Boss.
En cambio chino no había acudido al taller, estaba muy cansado, ayer no durmió nada.

N:–Juanjo.

J:–Dime.

N:–Tonet es amigo tuyo ¿no?

J:–Si, pero, ¿Por qué?

N:–He oído que es bueno con las armas, después ve con el a la sede.

J:–Esta bien.

Armando se dirigió dentro del taller, donde se encontraban Emilio Escobilla y Manolo Fernandez.

M:–Buenos días.

E:–Hola.

N:–Buenos días. Necesito hablar con vosotros en mi despacho.

M:–¿Qué hemos hecho ahora?

N:–No es nada malo, venid.

Entraron los tres al despacho y Armando cerró la puerta.

N:–¿Vosotros odiais a Conway verdad?

M:–Enefecto.

E:–Si.

N:–Perfecto, después de trabajar veniros conmigo.

Después de un largo día de trabajo Emilio y Manolo esperaron a Nadando para ir a la sede, el no les comento nada en ningún momento, simplemente cuando llegaron a la mansión les dijo que bajarán del vehículo.
Lo primero que vieron Emilio y Manolo cuando bajaron fue a seis hombres enmascarados, a Tonet y a Armando junto a ellos.

M:–Tonet, ¿que es todo esto?

T:–No tengo ni idea.

C:–Bienvenidos.

N:–Bienvenidos a una mafia chicos...

T:–¿Una mafia?

G:–Asi es.

Y:–A paltil de ahola esto va a sel vuestla familia.

MK:–Sabemos que todos tenéis antecedentes y habéis tenido problemas con Conway.

J:–Aqui aparte de traficar con droga y armas solo queremos hacer sufrir a Conway.

Y:–Eso eh, quelemos matal picoletos.

L:–Chicos, pensad bien lo que vais a decidir.

C:–¿Entráis, o salís? Elegid bien.

M:–Yo entro.

E:–¿Hacer sufrir al viejo? Me apunto.

T:–Adelante.

C:–Esta bien, pero, no podéis cometer errores.

N:–No podéis desvelar nuestras identidades.

Todos se quitaron la máscara.

C:–Sabeis como nos llamamos, pero es importante que no uséis estos nombres, en la mafia tendréis que llamarnos de otra manera, yo soy Calavera.

G:–Gringo.

J:–Culebra.

N:–Nadando.

L:–Blacky.

MK:– Macaco.

Y:–Xiaomi.

C:–Manolo, tú serás Evo.

MK:–Emilio, tú Diablo.

J:–Tu Cebralin, Tonet.

N:–Bienvenidos.

Después de asignarles a cada uno una habitación y un cargo en la mafia llegó la noche, ya estaban todos durmiendo excepto Nadando, que se encontraba en el salón, no podía dormir.
Yun se despertó y al oír la televisión bajo a la planta de abajo.

Y:–¿Nadando?

N:–Si.

Y:–¿Qué haces aquí?

N:–No podía dormir.

Y:–Puedo...¿Quedalme?

N:–Si.

Chino se sentó al lado de Nadando y apoyo su cabeza en su hombro.

Y:–Nadando.

N:–Dime.

Y:–Lespecto a lo de ayel, yo...

N:–Lo de ayer estuvo bien, y sabes, me siento bien contigo.

Y:–Yo también Nadando, yo también.

Yun lo miro a los ojos y Nadando le dio un beso apasionado, y ahí se quedaron durmiendo, los dos juntos y abrazados.