YUNANDO: La Promesa

HE DE SER SINCERO

Yun se fue del cementerio dejando a Conway con la palabra en la boca.

Entro a la mansión, subió directamente a su habitación sin decir ni una sola palabra, entró, cerró la puerta y se sentó en el suelo.
En la planta baja se encontraba el resto de la mafia, no sabían que estaba pasando, no entendían porque Yun estaba tan afectado y cuál era el motivo por el cual estaba así.

N:–¿Yun?

Y:–No quielo vel a nadie Nadando, déjame en paz.

N:–Yun, no quiero que estés mal.

Y:–Yo, no puedo...

N:–Abre la puerta.

Nadando entro a la habitación, en una esquina pudo ver a Yun encogido en el suelo, se acercó lentamente a él y le levantó la cabeza, el chino tenía los ojitos llenos de lágrimas, Yun se aferró a el.

Y:–Nunca me dejes solo, pol, polfavol.

N:–Tranquilo, siempre voy a estar contigo, ¿Te acuerdas esa vez en una montaña del norte? Te lo prometí.

Y:–Te quielo...

N:–Yo también, a ver, no quiero que estés mal ¿Si? Cuéntame, que pasa.

Y:–Yo, me fui, me fui a vel a Confleis, le reploche todo lo que me hizo.

N:–¿A qué te refieres?

Y:–Yo, te sele sincelo Nadando, hace años mí madle se enamolo de un canaya, ese homble no valía ni lo más mínimo, le pegaba, incluso le hizo peldel un embalazo debido a sus palizas, yo, ya halto, lo mate, no pude más y lo mate, la policía pensó que mí madle me inspilo odio hacia el y que pol eso lo mate, a ella se la llevalon plesa, me quedé solo con mi helmana, unas semanas después nos dielon la noticia de que mi madle había muelto pol culpa de una paliza que le dielon las demás plesas, Confleis estaba ahí y no hizo nada pala detenelas, pelmitio que matalan a mí madle, meses después, mi helmana mulio debido a la mala vida que llevábamos, desde entonces estoy solo, hasta que os encontle a vosotlos, vosotlos sois mi familia.

N:–Yun, yo, lo siento tanto.

Y:–Pol eso no quielo que te vayas, tú no, eles lo más impoltante en mi vida, yo, sin ti estalia peldido.

Nadando solo lo abrazó mientras esté rompía en llanto, había sufrido tanto...