YUNANDO: La Promesa

TE LO PROMETÍ

Había pasado ya una semana desde el pequeño incidente que tuvo Yun, le acababan de dar el alta.

M:–Vamos chino, que te llevo a casa.

Macaco fue a recoger a Yun del hospital para llevarlo a la mansión, dónde se encontraban todos esperándolo.

J:–¡Rameeen!

L:–¿Cómo estás Chino?

C:– Espero que estés mejor.

Después de saludarlo Calavera procedió a explicarles el plan que había hoy.

C:– Bien, como ya sabéis, llevamos unos días preparando un atraco a una joyería, hoy mientras unos van a robar a la joyería, los demás secuestraran a un policía. Como la mayoría de los agentes estarán en el atraco será más fácil coger a uno que este solo y desprevenido.

Y:–¿Y donde cogemos al picoleto?

C:– Tú no puedes venir, acabas de salir del hospital, no podemos arriesgarnos a que te pase algo. Te quedarás aquí con alguien.

N:–Yo me quedaré contigo.

C:–Bien, Macaco, Lamar y Culebra vais a atracar la joyería, Gringo y yo iremos a por el policía.

Salieron de la mansión para así cada uno realizar su parte del plan, dejando solos a Yun y a Nadando.

Y:–¿Polque te quedas conmigo?

N:–Te lo prometí. Te dije que no te dejaría solo.

Y:– ¿Ele malicon Nadando?

N:– Y dale, que no, que pesado con eso.

Y:– Bueno, si no ele malicon polque me milabas con esos ojos en el hospital.

N:– Por todo lo que decías, tú no te acuerdas por qué estabas bajo los efectos de los antibióticos pero dijiste muchas cosas.

Y:– ¿Cómo? A vel Nadando, cuéntame.

N:– Me dijiste que me querías, que no me fuera.

Y:– Es que no quielo que te vayas Nadando, no quielo que me dejes solo.

N:– Ya te he dicho que no, no te voy a dejar solo.

Y:–Sabe, hace tiempo soñé contigo malicon.

N:– Y me llamás a mí maricon...

Y:–No pelo no pienses mal, jodel, no se puede hablal contigo eh.

N:– Venga, deberías descansar, lo ha recomendado el médico.

Y:– Está bien, pelo quédate aquí.

N:–Si...

Ya había llegado el aviso de robo de joyería, Calavera y Gringo estaban esperando en la puerta de comisaría a qué un agente saliera, de allí salió un alumno, lo reconocieron al momento, ese chico había estado presente en la muerte del oficial Torrente, Horacio Pérez.