YUNANDO: La Promesa

YUN KALAHARI MANDA

En unos días llegarían Macaco y Gringo, por el momento estaban solos en la casa, y, no podían salir ya que no querían que alguien los viera y diera parte a la policía.

Y:–Nadando, sabes, glacias pol todo lo que has hecho pol mi todo este tiempo, y sobletodo pol no sepalalte de mi malicon, te quielo.

N:–Te lo prometí, y aquí estoy.

Y:–Y dime Nadando, no te apetece, ya sabes, uno de bienvenida.

En estos años que habían pasado siempre habían estado juntos, estar el uno con el otro ya se había vuelto una necesidad.

Yun se sentó encima de Nadando haciendo leves movimientos, a medida que Nadando jadeaba aumentaba su velocidad, le encantaba ver así a Nadando, sobretodo porque parecía un hombre tranquilo, besaba su cuello dejando marcas, lentamente le quitaba la ropa, entraron a la habitación y Nadando empujó a Yun hacia la cama, haciendo que su pecho quedará pegado al colchón.

N:–Ya había echado de menos esto...

Y:–¿El que? ¿La ciudad o a mí?

N:–Ambas cosas, sabes, me preguntó que hubiera pasado si hubiera matado a Conway en el momento que te llevaba a perpetua.

Y:–Plonto ese viejo caela, cleeme Nadando, nos ha echo tanto daño, además, ese homble no quiele metelnos en pelpetua, solo quiele matalnos, habla de lespeto y el es el plimelo en peldelo, habla de justicia y lo único que busca es venganza...

N:–Eso es cierto, pero no pensemos en el ahora, disfrutemos del momento.

Y:–Eso es.

Pasaron el día juntos en la cama, era lo único que necesitaban, el tiempo los había unido más, faltaba reunir al resto de la familia para ser felices, llamaron a Juanjo, a Emilio, a Manolo, a Tonet, a Calavera, a Lamar y a Rosas...
Todos llegarían en unos días.

El Sistema volvía a los Santos, poco a poco la ciudad iba siendo como antes, El Sistema vuelve a tener el poder, en realidad, nunca lo ha dejado de tener, porque, como todos dicen, Yun Kalahari manda.