YUNANDO: La Promesa

ESTARÍA ORGULLOSO

Las puertas de comisaría se abrieron de un golpe.

JC:–¡Joder! Están muertos, ¡Están todos muertos!

Efectivamente lo estaban, no quedo ni uno con vida. Después de eso todos los agentes estaban de luto, no habían perdido a un compañero, sino a cinco, algunos eran muy jóvenes, como Matthew y Norbit, otros eran algo rebeldes, pero entrañables, como Collins y Jeff, y luego estaba Armando, Armando Miller, un hombre intachable, el mejor sheriff de la ciudad.
Era un día triste para el cuerpo de policía, como Torrente dijo una vez,

Esta ciudad, un día que quedara marcado por el dolor en nuestros corazones y en nuestras almas, un dia que quedara marcado con crespones negros en el calendario de nuestra vida, hoy, en el día de su fallecimiento, venimos unidos como cuerpo de policía y como familia, a despedir y honrar a los agentes que han fallecido de la mejor manera que puede morir un agente, de uniforme, y sirviendo la placa que llevamos todos en el corazón desde el día en que nos graduamos, hoy significará un antes y un después en nuestras vidas, pero el amargo momento que supone la muerte de un compañero no puede durar para siempre, la muerte es parte de la vida, morir se acaba señores, la vida sigue, esa vida que disfrutaron nuestros hermanos y que ahora nos toca a nosotros seguir disfrutando, ahora tenemos más ángeles de la guarda en el cielo, velando por nosotros cada minuto que llevamos puesto este uniforme, honremos su memoria hoy, en silencio, en este momento de despedida terrenal, pero sobretodo honremosles cogiendo a sus asesinos y siendo la mano que haga caer la espada de la "justicia" sobre sus cabezas, descansad en paz hermanos. Tienen las puertas del cielo abiertas de par en par, guienos en nuestro patrullar y sequen nuestras lágrimas de dolor.

El comisario Volkov se había adelantado al resto de los agentes, el ya se encontraba en el cementerio, delante de una tumba.

V:–Y-yo, lo siento tanto, no, no pude, no cumplí la promesa que te hice, te dije que no permitiría que muriera ningún agente, y, te he fallado, perdóname, perdóname Ivanov, no me puedo perdonar haberte fallado, y más a ti, tú eres mi hermano, yo, simplemente lo siento. Supongo que ya los habrás conocido en el cielo, son buena gente, Jeff era igual tú, era muy rebelde, no hacia las cosas que le mandaban, hacia lo que su corazón le decía, ese muchacho me recordó a ti, luego está Matthew, el, en cambio, era un chico joven, reservado, muy agradable la verdad, me hizo acordar a Gonetti, cuidalos ¿Si? Ellos, son buenos, yo lo sé.

JC:–Volkov...

V:–Conway ¿Qué hace usted aquí?

JC:–Yo, sabía que estabas aquí, quería pedirte perdón por lo de la otra vez.

V:–No hace falta que se disculpe Conway, se que lo dijo sin pensar.

JC:–Sabes Volkov.

V:–Dígame.

JC:–No le has fallado, creeme que si Ivanov estuviera aquí, estaría orgulloso de ti. Eres un gran comisario, y un amigo excelente, eres la mejor persona que he conocido Volkov.

V:–He aprendido de usted Conway.

JC:–No, no lo has hecho, si supieras todo mi pasado verías que no soy tan bueno como piensas...

V:–Usted me ha demostrado otra cosa, a pesar de su sed de venganza, usted a sido una figura paterna para mí, pero también lo fue para Ivanov.