Mensajes De Texto. ||A.I|| TERMINADA.

Capítulo 4.

Era el segundo día que tenía expulsada, fue un lunes cuando me expulsaron y ese día en la tarde me mandaron a casa, así que me quedaban 11 días de expulsión. Vaya cosa, estaba sentada en mi cama, ¿que haría? Nunca hacia nada, entraba a las 8:00 a la escuela y llegaba a mi departamento, a eso de las 2:30 de la tarde, era así como una escuela de tiempo completo. Era abrumador, levantate temprano, duchate, desayuna y ve al Instituto, regresa a tu departamento, termina la tarea, duchate y vamos al trabajó.

Quería tener una carrera, me gustaría cantante, o actriz. Pero eso estaba lejos de mi, así que, estaba entre Biólogia, o Criminología. Eso sí estaba a mi alcance. Sabía tocar la guitarra, el piano y sabía cantar, pero, yo era una de esas personas que son muy cobardes. Un día fui con mi guitarra a unas audiciones para una banda de chicas, cuando estaba por cantar y tocar mi instrumento, paso algo terrible, me dieron unas náuseas de muerte y corrí hacia afuera y vomite en el inodoro. Con eso, perdí mi audicion, adiós carrera. Por un momento creí, que en verdad cantaría en una banda, pero se fue a la mierda.

Me levante de la cama y camine hacia la puerta, la cerré y pegue mis ojos en el móvil esperando un mensaje de Michel, pero nada, iba caminando hacia el ascensor y choque con alguien.

Levante la mirada para encontrarme con un chico alto, ojos azules, piel blanca pálida, era muy ancho de los hombros, y tenía unos grandes bíceps, no tan grandes, pero los tenía. Me miro sonriente, su sonrisa me parecía conocida, como la del hombre de anoche.

─Perdona, no... No te vi, l... lo siento.

Odio trartamudear.

─No te preocupes ─su voz era... linda, gruesa, pero linda, nada que ver con el tipo de anoche─ ¿tu estas bien?

─¿Ha?

─¿Que si estas bien?

─Oh, si, si estoy bien. Gracias.

Sonreí y me aparte de el.

─Espera.

Me gire en mis talones y lo mire.

─¿Si?

─Nunca te había visto por aquí, ¿acabas de llegar? ─se hacerco─ Soy Daniel Evans.

Me tendió la mano, lo cual tome para dar el saludo.

─Yo soy Alice... Mars, y no, tengo un año viviendo aquí, tampoco te había visto aquí.

─Yo tengo unos meses, me mudé en abril, ─y estamos a principios de junio─ así que tengo 2 meses acá, y tu, ¿cual es tu puerta?

─Esa ─apunte la puerta doscientos y algo─ ahí es, ¿y la tuya?

─Oh, la que esta atrás de ti.

Voltie hacia atrás y me di cuenta que era mi vecino, vivía a mi lado y nunca lo había visto, valla ignorancia la mía.

─Somos vecinos, ¡que padre! ¿no crees?

─Si, por fin conozco a alguien.

─Si.

Nos quedamos en un silencio incomodo, en ese momento, sono mi teléfono.

Gracias quien quiera que este a la otra línea.

─Perdona.

─Adelante, nos vemos después.

Me dedico su grande sonrisa de lado, paso detrás de mi y ábrio la puerta, para después perderse en su departamento. Mire la pantalla para descolgar. Era Michel.

*Michel, mejor amigo*

─Mande.

─Oye, perdona por haberte colgado, ya sabes, estaba enojado y pues...

─Dos días han pasado y ¿me llamas ahora? Si estuvieras realmente arrepentido, me hubieras llamado antes, no quiero proble...

─Ya somos novios─me interrumpió.

Habri los ojos asustada y a la ves enojada, ¡estaba saliendo con una persona que nos quería separar!

Me quedé ahí parada sin decir nada, procesando lo que Michel me acababa de decir.

─Y también digo, que... que dejemos de hablarnos. ¿Sabes? Tu no le caes bien y no quiero problemas con ella.

Oh no.

Una lágrima recorrió mi mejilla, apretaba la mandíbula y mis mejillas ardían. Suspire y tome el valor para contestarle.

─Vale, si es eso lo que quieres ─hice un esfuerzo para que mi voz no se cortará y notará que estaba llorando─ dejaré de hablarte para que no tengas problemas con ella... Adiós.

Y colgué.

Lloraba mientras miraba mi dibujo en la piel... ¿por que me hacía esto? Prácticamente estaba de lado de mi puerta tirando sollozos y lágrimas, mientras miraba mi dibujo y las fotos de mi celular, había echado tantos años de amistad a la basura. Era un idiota. Un completo idiota.

Una puerta se abrió a mi lado, pero no le tome importancia, por que estaba recordando lo último que nos dijimos aquel día en el parque después de habernos echo aquel tatuaje:

"Alice, está será la prueba de que siempre seremos mejores amigos. Siempre.

─Si. Siempre.

─Para siempre..."

Y mis lágrimas salieron con más frecuencia.

─¿Hey, te encuentras bien?

Era Daniel.

Levante la cabeza y lo vi frente a mi con esa mirada azulada impenetrable.

─Si ─me levanté rapidamente, dejándolo viendo la pared para luego levantarse─ estoy bien, gracias.

─¿Segura?─yo tenía la mirada en el piso, tomo mi barbilla con su dedo y levantó mi rostro obligándome a verlo a los ojos─. Te puedo ser de ayuda.

─No, gracias, nos vemos ─me separe de el y entre a mi departamento.

¿Por que me pasaba esto a mi? Todo lo malo, me pasa a mi.

Me suspenden del Instituto, la primera persona a la que logró hablarle del edificio y era un chico guapo, me ve llorando como idiota en el suelo.

Y mi mejor amigo me acaba de cortar la amistad que teníamos desde hace mucho tiempo.