Capítulo 11.

643 37 1
                                    

Desperté, me levanté y mire a Michel parado frente a mi, Elena estaba a su lado.

─¿Michel? ¿Que pasa?

No contestó. Elena le susurró algo a él oído y este despegó sus labios:

─Alejate de mi, Alice, me equivoque, nunca debí ir a pedirte disculpas, alejate, no te quiero volver a ver cerca de mi. Yo amo a Elena. Ella me importa más que una amistad.

─Michel, no, ¡por que! ─me levanté y me pare frente a el tome su rostro aguecandolo en mis manos─¿que te iso?

Su mirada estaba roja y pérdida. Me miraba sin expresión alguna en su rostro y Elena sólo sonreía maliciosa.

─¡Michel! ¡No me puedes hacer esto, recuerda los años de amistad que tenemos de amistad, de ser mejores amigos, no me hagas esto por favor, estábamos bien! Por favor... ─susurre lo último.

─Eh dicho que te alejes, Alice.

Mis ojos se llenaron de lágrimas y mire como Michel salia de aquel lugar con Elena tomados de la mano, corrí detrás de el asta llegar a la calle, el estaba por cruzar pero Elena ya no estaba con el, estaba a mi lado, la mire y ella me sonrió, cuando levante las manos para limpiar mis lágrimas y mirar a Michel otra vez, escuche un claxon sonar muy fuerte, mire hacia un lado y un auto venía a alta velocidad. Elena camino sólo unos pasos para después aventar a Michel... abri mis ojos y el auto se lo llevó.

─¡No! ─grite

─¡Alice! ¡Despierta! ¡¿Que pasa?!

Levante mi mirada y ahí estaba Michel. Asustado.

─Un auto. Tu, Elena. Te... ─solté un pequeño sollozo.

─Tranquila, Al, fue una pesadilla. Tranquila.

Michel me abrazó. Una pesadilla, menos mal.

─¿Entonces estas bien?

─Si, tranquilizate, todo esta bien, yo estoy bien, ya, ya paso.

Acarició mi cabeza y solté un grito ahogado.

─¡Mierda, me duele!

─Perdóname, lo siento, lo olvide, perdon, perdon.

─No te preocupes ¿Que me paso? ─toque mi cabeza para sentir un pequeño vulto ahí que me empezó a arder de nuevo.

─Elena... Elena tomó el jarro de la maestra y te lo tiró en la cabeza...

Es... ¿encerio?

─Si. Larga historia, pero ahora, me tendrás que contar lo de tu pesadilla...

******

Habían expulsado a Elena por aberme agredido, la verdad, nunca llegue a pensar que sería tan agresiva... me daba un poco de miedo caminar por las calles pensando que ella debe de estar por ahí, luego de la advertencia que me había lanzado el viernes. Hoy era sábado, así que Michel y yo decidimos ir por un helado o tal vez por una pizza, nos encontrábamos en la pizzería, Michel pagaba mientras yo miraba con cara de idiota una de aquellas, siempre tuve una gran obsesión por las pizzas, nunca supe por que, pero la tenía, un pequeño recuerdo vino a mi mente de cuando era pequeña, lo cual se desvaneció gracias a que Michel me gritó en el oído.

─¡Hey, despierta niña retrasada!

─¡¿Que rayos te pasa?!

─¡Hasme caso! ─grito

─¡No me grites! ─le devolví el grito más fuerte.

─¡Pues deja de violar a la pizzas con los ojos violadora de estas!

─¡NO!

─Chicos, podría... ─el cajero trató de callarnos, pero lo interrumpimos.

─¡Callese! ─gritamos los dos.

Y ¡pum! nos sacaron de ahí a patadas. El señor de seguridad abento las pizzas y yo corrí hacia ellas. La abri y grite:

─¡Estan bien!

Suspire y levante los brazos hacia el cielo. Michel se rió a mis espaldas y camino hacia mi.

─¿No les paso nada? ¿No se rompieron la orilla, o se salieron de lugar? ─pregunto con sarcasmo.

─No ─dije aliviada.

─Vamos a casa y comamos.

Asenti, estiró una mano en mi direccion y me ayudó a levantarme. Cuando llegamos a mi departamento me encontré con Daniel.

─Hey, bonita, ¿hace cuanto que no te miraba?

─Tu no has ido a él Instituto... ¿que paso?

─Tuve que salir, por algunos asuntos personales.

─¿Todo bien?

─Si, sólo fue algo leve.

─Bueno, am, ¿quieres pasar? Veremos una película, y hay pizza, pero nadie la va a tocar por que es mía.

Daniel sonrió y antes de que contestará Michel lo interrumpió apareciendo detrás mío.

─No, no, no, este chico no me cae bien. ¿Sabes? Se iso pasar por tu novio el día cuando vine.

─Exactamente. Eso ise, soy un chico malo ¿no crees? ─me reí por lo bajo para luego ver la expresión de Michel, tenía la mirada sería y apretaba su mandíbula.

¿Pero que le pasa? Si Daniel sólo bromeaba.

─Ah, Daniel, nos vemos luego, ¿vale?

─Vale.

Daniel se hacerco, me tomo de la cintura con sus dos grandes manos y me atrajo hacia el, para luego dejar un húmedo pero tierno beso en mi frente luego de eso miro a Michel que aún lo miraba enojado, Daniel me miro de nuevo y volvió a hablar:

─Mañana, a las 8, estate lista. Vendré corriendo lo más que pueda para no llegar tarde. ─rodó los ojos y volvió a hablar ─oh, me olvide que soy tu vecino. Adiós bonita.

Y se perdió en su apartamento.

Mensajes De Texto. ||A.I|| TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora