Capítulo 3.

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Eran las 8 de la noche, me estaba preparando para ir a trabajar. Mi trabajo no era muy ¿decente? Soy mesera... de un bar, pero, gano bien, no es que me tenga que dejar manosear por los hombres, sólo que me pagan bien y las propinas de los hombres ebrios son buenas. Una ves un hombre sacó todo lo de su billetera y me lo tendió así sin más, dijo "eres una buena chica, te pareces a mi hija, toma, y viaja por el mundo." Y rompió a llorar. Era más de 1000 dólares, me negué tres veces, pero insistió hasta que los tome. Quería devolverlo en cuanto se quedará dormido como todos, pero nunca pegó siquiera el ojo.

Salí de la ducha, me puse mi ropa interior, un pantalón pegado negro y una blusa a botones blanca. Fui a la pequeña cocina que tenía mi departamento y prepare un sándwich. Comí apresuradamente a las 8:30 tenía que estar en aquel bar.

8:10, camine al ascensor y para mi buena suerte, habia un letrero avisando que estaba descompuesto, camine a las escaleras y baje tres pisos.

8:21, y ya estaba por llegar.

Cuando llegue fui por mi delantal y comenze con mi trabajo.

Luego de 2 horas el bar estaba lleno de hombres llorando, dormidos, o cantando en el pequeño karaoke que había ahí. Estaba sirviendo unas bebidas cuando un hombre dio unos toques con su dedo en mi espalda.

Voltie y era un chico. No alcanzase a ver su rostro, por la poca luz y por que era más alto que yo. Yo mido 1.57, el ¿debe medir creo 1.73?

─¿Que desea tomar?

─Una cerveza por favor.

Sonrió dejando ver sus dientes perfectamente delineados y blancos, su sonrisa era de lado, admito que tenía una sonrisa bonita.

─Ya la traigo ─sonreí─ un momento.

─Por supuesto.

Fui por su cerveza, se la entregue y me dio mi propina. 80 dólares.

─Esto cubre todo lo que me traigas.

─Esta más que bien para mi.

Mi reloj ya daba la 1 de mañana y supe que era hora de salida. Me quite el delantal y me despedí de Joe, el encargado del bar.

Conduje hasta mi departamento, cuando llegue el letrero de descompuesto, ya no estaba, cheque y me di cuenta que había sido una broma pesada de los chicos del edificio. Entre a mi departamento, cerré la puerta y fui directo a mi habitación, me deshice de mis pantalones, de la blusa y me recoste en la cama enredandome en las sabanas, para así, caer en los brazos de Morfeo.

Mi alarma resonó en toda la habitación, me di cuenta que tenía que ir a la escuela. Me levante, bostece un par de veces y me di una ducha para despertarme. Después de toda mi rutina diaria, salí camino a él Instituto. Había algo por lo que no me preocupaba, pagar la colegiatura, mi padre, por más sucio que se aya echo, siempre cumplía con la colegiatura. Yo sólo me preocupaba por comer, y comprarme lo que necesite, mi madre me recordó que si me iba a ir de la casa, ella sólo se encargaría de darme 1000 pesos al mes para mis gustos. Así que con lo que ganó, las propinas, y lo que me da mi madre, estoy bien.

Ya había llegado a la escuela, esta ves llegue temprano a la primera hora, mi materia era Inglés. Y no se si fue casualidad, o brujería, que en todas las materias que tenía, había tocado con Michel.

Estaba sentada con mi cabeza recargada en mis manos tapando mi rostro, senti como alguien se sentaba a mi lado, supuse que era Michel, así que destape mis rostro y voltie hacia un lado. Pero no era el, era la chica con la que Michel quería salir.

─Hola.

─Eh, ¿hola?

─Oye, ¿que eres de Michel?

─¿Como?

─Si, ósea, ¿que es tuyo?

─Oh, el... sólo somos...

─Okay, no me importa, sólo te digo alejate de el, o te las verás conmigo.

Pero que diablos le pasa.

Y tu quien eres para darme ordenes. Largate.

─Mira, sólo vengo a decirte eso.

─Pues, no, no me alejaré de el, lo conozco desde hace mucho tiempo, no dejaré que una idiota venga y me diga que debo hacer y que no.

─Haras lo que yo te diga o ya verás.

Para entonces se había levantado y estaba frente a mi, se apoyó con sólo una mano y hacerco su cara hacia mi.

─Alejate.

─No.

Me levante y me puse frente a ella. Yo era como tres sentimentros más alta que ella.

─Lo vas a hacer y ya dije.

─Pues yo he dicho que no.

─Okay, ya me has hartado.

Y me pego una cachetada, no me resistí y le regrese el golpe y empezó la pelea. No supe cuando pero un profesor ya nos había separado.

─¡¿Que diantres está pasando?!

─¿Que no ve? Es una pelea.

Debí guardar silencio.

Vamos con el director.

Y adiós escuela por un tiempo...

El director me había suspendido 2 semanas. Wow. Tendría 2 semanas para levantarme tarde... Michel me llamó enojado, reclamando y cosas así.

─¡Le dejaste toda la cara rasguñada!

─¿Y? Ella empezó...

─Al, ahora si te pasaste.

Y colgó, Michel me colgó.

Suspendida, y mi mejor amigo enojado conmigo... ¿podía pedir algo peor?

Mensajes De Texto. ||A.I|| TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora