T R E I N T A

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El olor a humedad me inunda de lleno apenas pongo un pie dentro de mi antiguo departamento.

Habia vuelto para empacar todas mis cosas antes de que sea totalmente imposible entrar en el edificio.

Me dirijo directamente a mi habitación, ignorando por completo el vacio que hay en la estancia y el sentimiento de nostalgia que esto me trae.
Me siento frente al armario que tengo y empiezo a rebuscar entre mis cosas. No podia llevarme todo asi que elegiria solo lo mas importante, lo demás lo regalaría.

Paso buen tiempo escogiendo que me llevaria y en el camino encuentro prendas y zapatos que habia olvidado que tenia.
Cuando el armario esta casi vacio decido que es momento de un descanso.

Me levanto con la intención de salir de mi habitación pero algo que veo por el rabillo del ojo me detiene.
Una solitaria caja yace en el fondo del armario, escondida entre algunos zapatos viejos, la tomo y me vuelvo a sentar en el suelo.

La caja esta desgastada y tiene mucha cinta alrededor, como para que sea muy dificil de abrir.

Empiezo el laborioso trabajo de equitar toda la cinta que rodea la caja y después de unos largos minutos de lucha al fin logro abrirla.

Pero desearia no haberlo hecho.

A primera vista encima de todas las cosas dentro de la caja hay una foto.
Tomo entre mis manos el portaretratos roto y viejo y limpio el cristal con cuidado.

Tres personas sonrientes miran directo a la cámara.
Un padre sosteniendo a una pequeña niña entre sus brazos y a su lado la madre, igual de sonriente, con una mirada cargada de amor.

Aún recordaba ese día.

Mis padres habian decidido llevarme al parque de diversiones como regalo de cumpleaños.
Fue un día maravilloso, no parabamos de reír y por primera vez en mi corta vida aprecie más estar con mis padres que subirme a las atracciones del parque.

Pasamos toda la tarde juntos y en la noche mamá cocino una cena exquisita.
A simple vista pareciamos una familia feliz, y lo éramos.

Hasta que mi padre se volvió loco.

Dejo a un lado la foto y con el corazón hecho un puño sigo indagando en el contenido de la caja.

Encuentro unos viejos diarios, unos peluches y un anillo.

Paso entre mis dedos el anillo color plata y sonrio cuando los recuerdos me invaden.

8 años atrás

Mis pasos resuenan en el callejón y la brisa de la noche hace que tenga escalosfríos.
Me acomodo el abrigo que traigo puesto y apuro el paso apenas llego a ese sitio.

La primera voz que escucho es la de Yonho, que canta las incontables cosas que va a hacerme, le siguen sus secuaces y a pesar de que siempre que hacian eso me moría de miedo, no tenia más opción que aguantarlo.

Paso por su lado tan rápido como puedo y cuando veo a lo lejos el viejo edificio en donde vivo suspiro aliviada.

Siento como alguien camina detrás mío y cuando veo de quien se trata, el miedo se convierte el terror.
Yonho camina sonriente detrás de mi y un poco más atrás vienen los otros chicos que siempre estan con él.

- ¿Que pasa pequeña? ¿Me tienes miedo?.- Dice Yonho. No me molesto en responder solo miro hacia adelante y trato de poner la mayor distancia entre nosotros.- ¿No me responderás? Al parecer tus padres no te enseñaron modales, pero tranquila yo lo haré.- Apenas logro escuchar lo que dice cuando siento como tira de mi brazo con brusquedad.

TUYA 《Baekhyun》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora