TUYA 《Baekhyun》

C I N C U E N T A Y S E I S

Muevo la delicada bolsa de seda entre mis dedos. Admiro el brillo que emana de su interior mientras un sentimiento agridulce me invade lentamente.

El par de anillos plateados descansa entre mis dedos como esperando a ser usados. Cierro mi puño, para evitar seguir viendolos.

Al principio me habian gustado tanto, el solo imaginarlos en mis manos y en las manos de Baekhyun hacia que una felicidad inmediata se apoderara de mí.
Además, no podía obviar lo que significaban: Una promesa.

Una promesa entre Baekhyun y yo, una promesa que estaba más que feliz de hacer.

Un suspiro pesado sale de mis labios y recuesto todo mi cuerpo en el respaldo del sofá. Todo habia ido tan bien ese día, la seguridad y el valor que habia empezado a sentir solo aumentaron al ver que podiamos hacer cosas "normales" juntos. Me sentía plena y feliz, hasta que aquella multitud apareció.

Al ver el gesto preocupado de Baekhyun todo empezó a irse abajo lentamente, aunque él lo manejo lo mejor que pudo, no pude evitar que un solo pensamiento se apoderara de mi mente:

Esa era su realidad e iba a ser así siempre.

En ese momento, las palabras que el mismo Baekhyun me habian dicho se repetian una y otra vez. No podriamos salir juntos, no podriamos hacer cosas normales, jamás iba a poder anunciarme como su novia oficial al menos no sin arruinar su carrera.

Lágrimas vuelven a juntarse alrededor de mis ojos, estaba confundida por tantos sentimientos. Por una parte sentía que podía con esto, podía acostumbrarme y ser feliz con solo estar a su lado, otra parte de mi anhelaba poder estar con él completamente, sin temer que nos descubran, sin sentirme tan aterrada pensando que si la gente sabe de mí estaría arruinando a Baekhyun y al trabajo por él que habia luchado tanto.

Froto las palmas de mis manos sobre mis ojos, negandome a soltar una sola lágrima.

— Tú elegiste esto, tú lo quisiste así.— Suelto a la nada.— Podías haberte apartado pero no lo hiciste, esto es lo que decidiste y vas a poder con ello.— Mis palabras hace eco en el departamento vacío y me quedo viendo a la nada por un momento.

Bien, lo tengo, podemos con esto.

Me pongo de pie en un salto y me dirijo a la cocina. Seguía preocupada, pero como todos los sabios aconsejarian: no hay problema que no se solucione comiendo.

Con esto en mente empiezo a escanear la nevera buscando ingredientes para cocinar.

Después de un largo debate conmigo misma, decido que la mejor opción es hacer un ramen simple. Me pongo manos a la obra y empiezo a cocinar todo lo necesario.

Estoy a punto de acabar cuando el timbre de mi celular empieza a hacer eco en todo el departamento,

Me apresuro a la sala, donde deje el aparato y lo tomo. En la pantalla brilla un nombre que automaticamente me hace sonreír.

— ¿Hola?.— Digo contenta.

— ¿Sun hee?.— Una voz grave responde del otro lado de la línea.

— Esa misma.— Mientras espero una respuesta vuelvo sobre mis pasos hacia la cocina.

— ¿Dónde estas?.— El tono de voz que antes me parecía tranquilo y normal ahora suelta un tono algo angustiado.
Detengo mis pasos y centro toda mi atención en la llamada.

— En el departamento.— Respondo dudosa.— ¿Esta todo bien?

Yukhei suelta un suspiro antes de responder, lo que hace que la preocupación crezca aún más en mi.