Petrovsky
Conduzco por la autopista rumbo a Kings Point de Long Island, sostengo el volante con fuerza mientras piso el acelerador y acciono la palanca de cambios. James Williams esta convirtiéndose en una piedra en mi zapato, no solo tuvo la osadía de matar a la madre de Aleksandra, si no que encima investigo mi secreto con la pelirroja, lo expuso ante los medios de comunicación en plena campaña y lo que me enfurece mas es que el perro infeliz puso en peligro la vida de Aleksandra.
Por otro lado mi bella pelirroja esta molesta conmigo, por mi acciones contra James se que ella intenta convencerme de que no cometa un error, pero ella no conoce bien el mundo de la mafia. No puedo pasar por alto lo sucedido, si yo hiciera algo como eso pensarían que soy débil.
No pueden verme débil, ahora más que nunca Ivan Petrovsky debe verse fuerte...
Detengo el auto frente a mi mansión, bajo del auto y me apresuro a rodear el auto para abrirle la puerta a Aleksandra. Ambos caminamos a las puertas de la enorme mansión, estas se abren y somos recibidos por Amelia.
—Bienvenidos Señor Petrovsky, señorita Lisowska—ahí una sonrisa cálida en su rostro.
No necesito ser un genio para darme cuenta que todo mi personal, esta totalmente alegre por la presencia de Aleksandra en mi vida. Soy menos gruñón gracias a ella.
—Es bueno verte de nuevo Amelia—la saluda Aleksandra dándole una cálida sonrisa.
—Me alegro mucho de verla así de hermosa y sonriente señorita Lisowska, espero que se encuentre mejor.
—Aun duele Amelia, pero saldré adelante.
—Estamos para apoyarla señorita Lisowska.
—Lo agradezco, Amelia.
Cuando la pequeña conversación termina entramos a la mansión. Todo se encuentra en su lugar, el enorme árbol de navidad aun adorna la sala y el muérdago sobre la chimenea reluce. Una sonrisa se desliza por mi rostro, bese a Aleksandra bajo el muérdago y ahora creo que esa tradición en realidad tiene sentido, nos a hecho encontrar algo mucho mas que un simple negocio.
— Prepáranos el desayuno, en un momento estaremos en el comedor—le ordeno y esta se retira.
Mis ojos caen en la hermosa figura de Aleksandra, se encuentra mirando el jardín a través de la enorme ventana. Los jardines están cubiertos de nieve, odio el incomodo silencio que se a formado entre nosotros luego de lo sucedido en casa de James.
Acorto la distancia entre los dos y envuelvo mi manos alrededor de su diminuta cintura abrasándola por la espalda, hundo mi rostro en la curva de su cuello e inhalo su delicioso aroma a vainilla, jamás tendré suficiente de ella.
— ¿Es verdad lo que les dijiste a los medios en el aeropuerto?—cuestiono suavemente en su oído.
Aleksandra inclina su cabeza para recargarse en mi pecho, con la mirada puesta en el jardín y sus delicadas manos acariciando las mías en su cintura murmura.
—Lo es—su voz suena pequeña pero sincera.
— ¿Soy el hombre de tus sueños?—de pronto no entiendo porque siento una incomoda presión en el pecho, sintiendo temor a su respuesta.
Ella sonríe y luego se gira en medio de mis brazos para mirarme directo a los ojos.
— ¿Temes mi respuesta, no es así?— comenta acunando mis mejillas, no respondo solo la miro—Estoy enamorada de ti Ivan Petrovsky, a pesar de haber perdido a mi madre, me encuentro feliz porque me has dado el apoyo que tanto necesito. Has cuidado de mí en los peores momentos de mi vida y has sido mi luz en los momentos más oscuros.
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Imperio
ActionSu mirada fría y su actitud temperamental, hace temblar a todo aquel que escucha su nombre. Se rumorea que está en las calles de la ciudad imperial desde los 15 años. Algunos dicen que regreso del infierno, luego de haber sobrevivido a 4 disparos, a...