Capitulo. 59

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Petrovsky

Mis ojos bailan sobre mis parpados, debido a la luz que se cuela por la ventana. Abro los ojos y parpadeo un par de veces hasta que reconozco el lugar. Una sonrisa surca mi rostro, cuando mi mirada viaja a la hermosa mujer desnuda que duerme a mi lado. Restriego mis manos sobre mi rostro y me giro para mirarla, jamás me cansare de esta vista, nunca podría cansarme de ver como su piel blanca reluce bajo la luz del sol por la mañana y su cabello rojo contrasta con tanta perfección en las sabanas blancas.

Ella es tan perfecta y será mi esposa.

Sin poder evitarlo estiro mi mano y con cuidado deslizo la yema de mis dedos, sobre la piel de su espalda. Mi chica pelirroja suelta un suspiro y se remueve con suavidad sobre la almohada, antes de abrir sus hermosos ojos marrones y mirarme con el ceño fruncido, antes de incorporarse en posición sentada.

—Creí que había sido un sueño—masculla mirándome fijamente, antes de mirar el anillo de compromiso en su dedo— ¿Realmente me pediste matrimonio?

—Lo hice Aleksandra y también te hice el amor, después de aceptar mi propuesta—murmuro sonriendo—no ha sido un sueño, es una realidad.

Ella me sonríe de una forma radiante, antes de ver como sus ojos se llenan de lágrimas y yo frunzo el ceño, antes de incorporarme en su misma posición y tomarla del mentón para que me mire.

— ¿Qué sucede, por que lloras rozovyy?—cuestiono

—Yo...me siento...—solloza y luego sonríe—me siento muy feliz...es decir, yo estaba sola, perdí a mi familia y ahora tu—hace una pausa y solloza—te convertirás en mi esposo.

Con uno de mis pulgares limpio las lagrimas que opacan su rostro y le doy un beso en la cima de su cabeza.

—Me has dado tantas cosas Aleksandra, que nada de lo que haga en esta vida será suficiente para agradecerte—hago una pausa y la miro—me diste la capacidad de amar, de sentir, me has dado amor incondicional, un amor que nunca antes tuve e incluso hemos construido una pequeña familia con nuestros cachorros y anoche, cuando aceptaste ser mi esposa me has hecho el hombre mas feliz del mundo.

Ella me sonríe y me abraza tan fuerte que por un momento me quedo sin aire. Beso la cima de su cabeza en repetidas ocasiones e inhalo el aroma de su cabello. Cuando se separa de mi, su mirada luce radiante a pesar de haber llorado hace algunos segundos. Mi celular vibra sobre la mesita de noche, así que tomo el aparato para ver de quien se trata.

—Debo contestar, es Damon—mascullo mirando a mi chica, ella asiente y se recuesta de nuevo.

Presiono el botón verde y contesto.

— ¿Qué pasa?

— ¿Qué pasa? ¿Enserió? —vocifera del otro lado del interfaz—pasa que la ciudad demanda la presencia de su gobernador con urgencia, debes dar algún tipo de discurso para garantizar la seguridad de la ciudad, luego de los asesinatos en el muelle.

— ¿Qué asesinatos?—cuestiono con el ceño fruncido, mirando a mi chica curiosa por lo que mencione.

Escucho a Damon resoplar del otro lado de la llamada.

— ¿Acaso no has visto las noticias?, ¿Dónde diablos esta tu cabeza, Petrovsky?—hace una pausa—ocurrieron una serie de asesinatos en los muelles, específicamente mujeres. Esta mañana las autoridades encontraron los cuerpos de 17 mujeres mutiladas en contenedores de basura, la ciudad esta anonadada por el acontecimiento.

—Mierda—murmuro—prepara una rueda de prensa para el medio día, quiero todo el informe de la situación en mi oficina, estaré hay en media hora.

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⏰ Última actualización: Sep 28, 2021 ⏰

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