Petrovsky
Mis ojos no son capaces de apartarse de Aleksandra, duerme plácidamente a mi lado. La luz de la luna ilumina sus finos mechones rojizos esparcidos por las almohadas, toda ella luce hermosa, preciosa. Es tan hermosa que ninguna mujer puede compararse con ella.
Luego de haber tenido una intensa sesión de besos y caricias, todo lo que quise fue sostenerla entre mis brazos. Abrazarla y sentir su calor cerca de mí. Aleksandra es mi calma y mi tempestad, es mi cielo y mi infierno.
Tenerla cerca nubla cada uno de mis sentidos, perdido en sus besos solo podía pensar en lo mucho que anhelo hacerla mía, en lo mucho que deseo que Aleksandra no sea algo pasajero, en lo mucho que deseo que ella permanezca aquí, a mi lado por siempre...
Gravel cometió un terrible error al amenazar la seguridad de Aleksandra, cometió el peor error de su vida al meterse con ella.
Me giro sobre mi costado izquierdo para mirarla. Su pecho sube y baja lentamente, Aleksandra llego a mi vida para cambiarlo todo y ahora lo entiendo, ahora entiendo que ella vino hasta mí para convertirse en mi destino, para convertirse en mi tesoro más preciado, mi tesoro mas querido y voy a protegerla de quien sea.
Regresare a Nueva York, no sin antes dejarle un muy claro mensaje a ese infeliz, un mensaje que estoy seguro lo verán de aquí a la puta luna. Ivan Petrovsky no le teme a nada ni a nadie. Gravel ya no puede aterrorizarme, no puede hacerme daño porque el alumno siempre supera al maestro y ahora estoy dispuesto a mostrarle quien es el verdadero monstruo.
Por la mañana soy sorprendido con una Aleksandra radiante, lleva puesto un vestido en color negro con rayas en color marrón claro, el vestido luce mas como si fuera un tipo de saco ejecutivo y como complemento unas botas altas de tacón. Su largo cabello cae en suaves ondas por su espalda. Toda ella luce hermosa.
—Buenos días señor Petrovsky—me saluda animada y hace un gesto a la mesita de noche—te traje el desayuno.
El gesto de inmediato me hace sonreír. Me incorporo hasta quedar sentado sobre la cama y mirar la bandeja de comida. Ahí fruta picada, café caliente y humeante, jugo de naranja y un plato de tortitas de baicon y sirope de arce. Todo luce delicioso.
—Buenos días señorita Lisowska, huele delicioso—murmuro sintiendo mi estomago rugir de hambre.
—Espero te guste mi elección—dice mientras se sienta a mi lado—ya he empacado todo, vendrán por el equipaje mas tarde.
Tomo la tasa de café y le doy un sorbo.
—Todo lo que eliges me gusta demasiado Aleksandra—le digo comiendo un poco de fruta— ¿Estas segura de querer regresar?
Mi radiante pelirroja mira sus dedos y luego me mira de vuelta.
—Perdí todo lo que tenia. Las personas mas importantes de mi vida las perdí—hace una pausa y coloca un mechón de cabello detrás de su oreja, luego toma mi mano con fuerza—tu eres mi realidad ahora, tu mundo se ha vuelto mi mundo. Tú me importas Ivan.
Me cuesta asimilar la manera en que mi corazón parece hincharse en una agradable sensación al saber que le afecto, que soy mucho mas que el desgraciado que se aprovecho de sus deudas para conseguir sus propios intereses. El juego cambio, todo cambio desde la primera vez que provee sus labios. Ya no la quiero para conseguir un fin, la quiero porque ella es mi fin.
—Eres increíble Aleksandra—murmuro acariciando su mejilla.
Ella sonríe antes de cuestionarme.
— ¿Por qué paraste todo anoche?—yo frunzo el ceño sin entender su pregunta—Si, ¿Por qué paraste los besos, el momento que estábamos compartiendo?
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Imperio
ActionSu mirada fría y su actitud temperamental, hace temblar a todo aquel que escucha su nombre. Se rumorea que está en las calles de la ciudad imperial desde los 15 años. Algunos dicen que regreso del infierno, luego de haber sobrevivido a 4 disparos, a...