Son cerca de las 8:00 p.m. cuando aparece el hombre que me trajo a casa en la mañana, asumo que trabaja para Petrovsky. Doy gracias que mi madre se ha quedado dormida desde hace un rato. Al menos eso me ayudara a que no haga preguntas por mi atuendo y a donde me dirijo esta noche. Hace un rato llame a Liam para notificarle que no me presentare al trabajo, por motivos de salud.
Gran idea Aleksandra, lograras que te corran...por mentirosa.
-Buenas noches señorita, el señor Petrovsky la espera-hace una inclinación de cabeza en mi dirección.
-Buenas noches-mi voz es un susurro débil.
El hombre me abre la puerta de la camioneta, entro al auto y mantengo mis manos sobre mi regazo sintiéndome nerviosa. Pero aun así mantengo a raya mis emociones, sigo molesta por todo lo que está sucediendo con este hombre.
El auto se detiene frente a un lujoso restaurante. El hombre que trabaja para Petrovsky me abre la puerta, me tiende su mano para ayudarme a bajar del auto. Me dejo guiar por él, hasta el interior del restaurante.
-El señor Petrovsky la espera- le habla al hombre que está en lo que parece ser la recepción del restaurante.
-Señorita por favor acompáñeme, le indicare donde se encuentra su mesa.
Asiento hacia el hombre y lo sigo. A medida que caminamos por el establecimiento quedo asombrada. El lugar es extremadamente lujoso, personas con elegantes atuendos comparten la noche.
Ahora entiendo porque Petrovsky me obsequio este fino vestido. Él quería que me viera presentable para estar en este lugar. Algunas personas me miran, pero solo me limito a mirar mis manos nerviosas.
El hombre del restaurante me saca de mis pensamientos cuando me habla indicándome donde se encuentra la mesa de Petrovsky. Se encuentra en un lugar más privado, una terraza apartada del resto de las mesas.
-Gracias.
Cierro los ojos y tomo una bocanada de aire. Me siento tan molesta por lo que ha hecho. Nadie en este mundo da las cosas de gratis y me pregunto ¿Cuál será el precio de lo que ha hecho? ¿Qué es lo que quiere realmente este hombre?
Antes de arrepentirme y salir del restaurante, camino hasta el ruso. Su alta y elegante figura se encuentra de espaldas mirando las infinitas luces de la ciudad de Nueva York brillado en la oscuridad.
-Buenas noches, Petrovsky.
Mi estómago se aprieta en una extraña sensación en el momento que se gira y sus ojos se encuentran con los míos. Lleva puesto un saco de vestir negro, pantalones de vestir en el mismo color, camisa blanca y zapatos negros impecables. Su cabello esta revuelto cayendo sobre su frente, el aroma de su colonia fresca y mentolada envuelve el lugar.
-Demonios-susurra en un tono casi inaudible.
Sus ojos evalúan mi aspecto llevo puesto el vestido de color negro y la chaqueta sobre mis hombros a juego en color negro, junto a un par de zapatillas del mismo tono. Esto es lo que había en la enorme caja de regalo que envió a casa esta mañana. Llevo poco maquillaje y el cabello atado en una trenza, el par de pendientes y una cartera en color dorado. Todo esto cortesía del ruso de ojos azules.
-Te quedo bien lo que compre para ti-su tono es arrogante.
-No era necesario que compraras nada y mucho menos yo tener que usarlo. No me dejaste opción.
-Lo que sea, eres tu quien necesitaba verme.
-Sino te entrometieras en mis asuntos, te abría mandado al demonio-escupo molesta y el suelta una carcajada.
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Imperio
ActionSu mirada fría y su actitud temperamental, hace temblar a todo aquel que escucha su nombre. Se rumorea que está en las calles de la ciudad imperial desde los 15 años. Algunos dicen que regreso del infierno, luego de haber sobrevivido a 4 disparos, a...