Capitulo.24

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Capitulo dedicado a @talinath gracias por tu amistad y tus increíbles concejos para mejor...

Aleksandra

"Ahora hemos sido bendecidos por el muérdago, cariño."

Sus palabras no dejan de resonar en mi mente. Entonces lo recuerdo, esa vieja tradición rusa. Esa que dice que si una pareja se besa bajo el muérdago en víspera de navidad, su amor vivirá por siempre. Mi madre solía contarme esa historia cuando era niña.

Incluso mi madre y mi padre se besaron bajo el muérdago cuando apenas eran unos adolescentes de 15 años. Mi madre me lo dijo muchas veces, cuando encontrara al hombre correcto, nos besaríamos bajo el muérdago. Sellando así nuestro amor para siempre.

Miro sus celestes ojos y no soy capaz de ver eso que busco. No puedo ver ese amor que debería sentir para que este beso sea válido. No existe ese sentimiento que muy en el fondo anhelo encontrar con todas mis fuerzas. Él no lo siente y yo tampoco. Se instala en el centro de mi pecho esa maldita sensación, esa que me hase odiarlo con todas mis fuerzas. Por ser un aprovechado conmigo.

Me alejo bruscamente de él. De pronto la enorme estancia se siente tan pequeña y asfixiante que solo quiero salir corriendo de aquí. Necesito aire. Necesito poner una distancia entre nosotros.

Él es un asesino. Es un egoísta, narcisista...él es oscuridad. Él es peligro...

—Aleksandra—murmura dando un paso cerca de mí, yo lo miro y retrocedo. La voz me falla y solo quiero que se aleje de mi— ¿Qué pasa?

—Aléjate...aléjate de mí—mi voz entrecortada, me hace sentir vulnerable.

—Aleksandra—la confusión es evidente en sus ojos.

—Aléjate de mí—el intenta tomarme de la mano, pero lo aparto de un manotazo— no me toques.

— ¿Qué diablos te pasa?—su voz suena exasperada.

Aun por encima de lo abrumada que me siento por mis emociones. Logro reunir el coraje para hablar.

—Te odio—cada palabra que sale de mi boca, está cargada con tanto desprecio—te odio por entrometido, por ser un aprovechado conmigo. ¿Cómo te atreves a besarme? ¿Cómo es posible que todo sea un juego para ti?

Frunce el ceño y me mira como si quisiera leer el caos que hay en mi mente. Es evidente que él no entiende absolutamente nada, no cuando ha sido tan egoísta y se a toma las atribuciones para decidir por mí. Para hacer cosas que yo no estaba siquiera segura de querer hacer con él.

—Deseaba besarte—su voz suena pequeña y ligera. Algo totalmente distinto en él—no creí que te ofenderías por ello.

Lo miro furiosa.

—Me ofenden tus acciones, me ofende todo lo que haces—hago una pausa—me ofende que decidas por mí. Me ofende que te estés llevándote cosas importantes de mí. Esto—argumento señalando el muérdago— no es un simple juego, besarte bajo el muérdago es algo mucho más importante que abandonarse a pasiones carnales. ¿Querías besarme? Podrías haberlo hecho en otro lugar, no aquí frente al muérdago pretendiendo que bendiga algo que no existe entre tú y yo. Un amor que es claro que no existe.

Se ha quedado en silencio, solo me mira como si no supiera que hacer o decir. Tengo la razón sé que lo hago. Él está acostumbrado a tomarlo todo a tenerlo todo, sin pensar en los demás. Sin pensar si es bueno o es malo.

—Quiero ir a casa—exclamo cuando veo que no me dará ninguna respuesta. El me mira y en sus ojos parece haber una tormenta.

—Creo que deberías quedarte, al menos hasta que pase la tormenta de nieve—murmura evitando mi mirada.

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