Capitulo.28

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Aleksandra

Gala suelta una carcajada ante la broma de Damon, creo que la ha estado pasando bastante bien en su compañía. La cena transcurrió sin contratiempos, Petrovsky aprobó mi elección de platillos y también me felicito por que he logrado que la reunión sea un éxito. Al parecer soy una buena anfitriona. Algunas personas se encuentran bailando en el centro del salón al ritmo de las notas del piano.

— ¿Quieres bailar?—le pregunta Damon a Gala, ella lo mira emocionada.

—Si—chilla al instante.

Ambos se alejan de la mesa internándose entre la multitud para comenzar a bailar. El ruso y yo permanecemos en la mesa. La mujer de ojos azules no ha dejado de mirarnos, tengo la sensación de que ella será un dolor de cabeza. James se pone de pie y avanza en nuestra dirección, suelto un suspiro cansado, abra una nueva pelea.

—Debo reconocer que es una fiesta impresionante Petrovsky—murmura sentándose en la silla al lado mío—me pregunto ¿cuántas ratas rusas como tu invitaste esta noche?

—Las suficientes para patearte el trasero de aquí a China, de la misma forma en que lo hice con tu padre y tu hermano—murmura el ruso sin ni siquiera mirarlo.

—Claro me encantaría saber qué es lo que piensa tu preciosa Aleksandra de eso—sus ojos verdes se fijan en mí y yo no entiendo absolutamente nada. ¿Qué se traen estos dos?

—Lárgate a follar con Arabella si no quieres que te rompa la cara—la voz de Petrovsky cambia radicalmente a una furiosa. Esta vez clava sus fríos ojos en él—te quiero lejos de mi mujer James o lo lamentaras de verdad.

—Esa no es manera de tratar a tus invitados hombre—hace una pausa y sonríe. Bien ya entiendo quiere exasperarlo—además no entiendo porque opinas por tu mujer. ¿Acaso Aleksandra no puede decidir sola?

La mandíbula del ruso se tensa, clava sus fríos ojos azules en James. Está furioso así que decido intervenir antes de que cometa una imprudencia y el plan se caiga.

—Soy totalmente capas de decidir por mí misma señor Williams—hago una pausa y tomo la mano del ruso—en este momento deseo bailar con mi pareja, ¿Si nos disculpa?

Me pongo de pie y el ruso también. No me pasa desapercibida la posesividad con la que envuelve mi cintura. Debo alejarlos lo más que se pueda, pues si las miradas mataran ambos estarían muertos en este momento.

—Adelante señora Petrovsky—murmura poniéndose de pie.

Pasamos por su lado y nos adentramos en la multitud. Nos colocamos en el centro y Petrovsky posa sus manos en mi cintura, yo pongo mis manos alrededor de su cuello y comenzamos a mecernos de un lado al otro. Las notas son suaves y me relajan un momento. El ruso parece relajarse a medida que sus músculos se destensan.

— ¿Qué sucede entre tú y James, porque siempre pelean?—me animo a preguntar.

—Solo mantente alejada del Aleksandra. James es un hijo de perra, me odia hará lo que sea para arruinarme en la campaña política—exclama serio mirándome.

— ¿Qué fue lo que sucedió con su padre y su hermano?—cuestiono y el suelta un suspiro exasperado.

—Problemas del pasado eso es todo Aleksandra. Mantente alejada del y todo estará bien ok.

—Ok—susurro.

Nos quedamos en silencio mientras bailamos lentamente. Soy consciente de la forma en que una de las manos de Petrovsky acaricia mi espalda desnuda, provocándome un escalofrió. Sus ojos no dejan de mirarme y me regala una brillante sonrisa.

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