27. Nunca me digas adiós (Borrador)

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—Doffy-mingo, Crocodile Tou-san —susurraba viendo hacia el techo, acostada en la cama de esa enorme habitación que debía usar hasta que Doflamingo volviera.
Cuando Vergo se presentó, ella no hizo preguntas, tan sólo lo siguió sin importar qué, ya que el mismo Doflamingo llamó para pedirle que hiciese tal como Vergo le instruyera hasta su regreso—, ¿donde están? ¿Qué estarán haciendo?

—(Tn) sama... su cena está lista. —anunció Vergo desde la puerta, la cuál estaba abierta.

—Vergo-san —se puso de pie y caminó hacia él—. te pedí que me llamaras por mi nombre.

—Im-imposible (Tn) sama, usted es la prometida de Waka, no puedo tomarme esa libertad.

—Está bien, ya no insistiré, no quiero hacer que te molestes.

—No podría molestarme por nada con usted. —ofreció su brazo—. ¿Me acompañará al comedor?

—Claro, ¿qué hay para la cena?

Y mientras (Tn) llevaba ya dos días en un subterráneo bajo el palacio en Dressrosa, Doflamingo hacía su llegada de manera sigilosa.

—Violet... —le llamó la atención desde las cortinas de su habitación.

—¡Waka! —exclamó sorprendida de verlo.

—Ssssh... —se puso el dedo índice sobre los labios—, habla suave, no quiero que nadie sepa que he regresado aún.

Al sexto día del regreso de Doflamingo, ya se había esclarecido la situación sobre la conspiración de Trébol, no sólo lo había investigado a él por medio de la habilidad de la fruta del diablo de Violet para poder ver en la mente de una persona, sino que los había leído a todos, de uno a uno, siendo expuestos tan sólo Trébol como el incitador, Diamante como cómplice pero inocente al no querer participar, y claro..., la persona que escuchó toda la conversación aquella noche en el submarino, quien decidió informar a Doflamingo sobre lo sucedido.

—Waka, Trébol va a odiarme si sab...

—Tranquila Giolla, no le dije a nadie que fuiste tú quien me informó de la conspiración, respondió Doflamingo dándole un sorbo a su bebida, viendo por la ventana de su oficina.

—¿Qué hará con Trébol Sama y Diamante sama? Bueno, si no le molesta que pregunte. —dijo de pie, a espaldas de Doflamingo.

—No critico a mis nakama por sus errores, pero no perdono la traición, sin embargo me hiciste saber las cosas antes de que sucediera una tragedia, Giolla —volteó hacia ella—, y por ello te estoy agradecido.

—Perdone Waka, debo confesar que dudé —bajó la mirada y lucía apesadumbrada.

—Es natural Giolla... —puso su vaso de Whiskey sobre el escritorio y caminó hacia ella—. sentiste que estabas traicionándolos al decirme —se paró al lado de ella, yendo en dirección contraria y le puso su mano derecha en el hombro—, estabas en un dilema donde debías traicionar un bando y me elegiste a mi por sobre ellos. Nunca terminaré de agradecer tal devoción y lealtad.

—No diga eso joven amo, vivo para servirlo.

—Giolla... —quitó su mano del hombro y abrió la puerta—, Gladius y Buffalo están de vuelta, lleva a Dellinger en la próxima misión, se ha vuelto fuerte a pesar de solo tener diez años, te encargo que lo vigiles.

—Como ordenes Waka. —volteó hacia él e hizo una sutil reverencia al verlo salir de la oficina.

Doflamingo había hablado con todos sus subordinados el día anterior, incluso le dejó en claro a Diamante que no le acusaba por nada sobre los planes de Trébol, aunque le recriminó el no haberle dicho. Más con Trébol aún no sabía qué hacer.
Y mientras el rey caminaba por las calles de Dressrosa tratando de despejar su mente para tratar de tomar la mejor decisión sobre su dilema, algo raro captó su atención...

Sympathy for the devil  ━━  [Finalizado] 《6》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora